A medida que los países luchan contra el brote del coronavirus, los gobiernos de todo el mundo están tomando medidas fiscales y económicas sin precedentes para apoyar a sus economías. Reconociendo el rol fundamental de las tecnologías digitales para mantener a las personas conectadas, permitir la continuidad de los negocios y evitar interrupciones de los servicios, muchas autoridades están implementando medidas fiscales dirigidas al sector móvil para apoyar la resiliencia de las redes y garantizar la asequibilidad y el acceso a la vital conectividad.
Según GSMA Latinoamérica, existen diversos modos de lograr este objetivo, bajar los impuestos al consumidor, llevar adelante reformas fiscales para estimular la resiliencia de las redes e incentivar la capacidad de inversión de los proveedores, fomentar el uso del dinero móvil a través de la reducción de impuestos e incrementar los límites de transacciones, por mencionar algunos.
La asequibilidad continúa siendo una barrera importante para la conectividad. La exención temporal de los impuestos sobre los servicios móviles de voz y datos puede fomentar su acceso y uso, reducir los costos del trabajo remoto y apoyar los esfuerzos de distanciamiento social.
Por ejemplo, durante un período de 4 meses a partir del 13 de abril de 2020, el gobierno de Colombia ha eliminado el IVA (19%) en los planes prepago y pospago de servicios móviles (voz y datos) de hasta US$ 17 (71.214 pesos colombianos). Al mejorar la asequibilidad, esta medida tiene como objetivo facilitar el acceso a la conectividad para todos los colombianos, en particular de los grupos de menores ingresos.
Los operadores móviles también están respondiendo a la crisis ofreciendo soluciones a aquellos que repentinamente enfrentan dificultades financieras, incluyendo opciones flexibles de pago, el incremento de los límites de datos y la reducción o exención de cargos por transacciones de dinero móvil.
AT&T ha ofrecido renunciar a los recargos por servicios de datos y voz en los EE. UU. (del 13 de marzo al 30 de junio de 2020), Airtel Uganda brinda acceso gratuito a sitios web de salud y educación y, por un período limitado de tiempo, Telefónica ofrece datos adicionales en varios países, entre ellos España, Ecuador y Brasil.
Al mismo tiempo, y a medida que más personas se apoyan en los servicios digitales para trabajar desde casa, administrar sus negocios y comunicarse de forma remota con amigos y familiares, los operadores también se enfrentan a la necesidad de acelerar la inversión en redes para atender al aumento sin precedentes del tráfico. Los gobiernos pueden ayudar a la industria a dar respuesta a esta demanda, garantizando al mismo tiempo la asequibilidad y el acceso a una amplia gama de servicios para los ciudadanos.
Los gobiernos de Malasia y Malta están incentivando el acceso a la conectividad proporcionando incentivos fiscales para los bienes TIC (Malasia) y permitiendo un reembolso del 45% en los servicios TIC para los empleadores con trabajadores remotos (Malta). Mientras que el gobierno de Colombia suspendió temporalmente los pagos de los operadores al Fondo de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (FONTIC) del 23 de marzo al 30 de mayo de 2020.
Reducir los cargos por operación y aumentar los límites de las transacciones de dinero móvil mejora la asequibilidad de estos servicios, apoyando la cadena de pagos y la actividad económica, y ayudando a aquellos que enfrentan desafíos de liquidez. Muchos gobiernos, especialmente en países en desarrollo, promueven los pagos digitales mediante el aumento de los límites de billetera y transacciones móviles.
En los próximos meses, los gobiernos, en particular los de países de bajos y medianos ingresos, deberán movilizar recursos financieros adicionales para mitigar los impactos de la crisis del COVID-19. Habilitar o reforzar los pagos digitales de personas y empresas hacia entidades públicas jugará un papel importante en el fortalecimiento de la capacidad de recaudar impuestos y otras rentas.
En la lucha contra la pandemia, los servicios móviles brindan soluciones únicas a gobiernos, empresas y ciudadanos para mantenernos conectados y sostener la actividad económica en pleno cumplimiento de las medidas sanitarias. Reducir los impuestos sobre los servicios móviles y el dinero móvil ayuda a las empresas y los ciudadanos a permanecer conectados, mantener la cadena de pagos y apoyar la actividad económica.
Estas medidas deberían ser prioridad incluso más allá de la respuesta a corto plazo a la emergencia sanitaria actual, en reconocimiento de la importancia de la agenda de inclusión digital como pilar de una sociedad y una economía resiliente.
