En México, las pequeñas y medianas empresas han sido uno de los sectores con mayor afectación a causa de la pandemia por COVID-19. Tan sólo cerca del 70% de ellas dejaron de operar al menos dos meses y 40% señaló que tendrá dificultades para pagar impuestos tras la reapertura económica, según una encuesta de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM).
A pesar de la importancia que tienen para la economía nacional, generan el 72% de los empleos del país, la Organización Mundial de Comercio (OMC) asegura que 1 de cada 4 Pymes podría no sobrevivir a la pandemia; sin embargo, el uso de datos en tiempo real puede ser un recurso útil para que afronten ésta y otras crisis.
Tan sólo hay que ver que una empresa que recopila, almacena, copia y analiza volúmenes de información mejora su margen de operaciones hasta en un 60%, de acuerdo con la consultora McKinsey. Los datos ayudan a los negocios a entender todos los aspectos de sus procesos, así como a diseñar mejores estrategias o a prever posibles complicaciones. No obstante, las crisis se caracterizan por ser escenarios en constante cambio y los datos en tiempos real ayudan a que las Pymes estén a la par de éstos, no cuando ya pasaron.
“Las Pymes no toman decisiones basadas en datos, lo cual es un gran error, ya que estos deben ser la base para cualquier resolución que involucre optimizar la gestión y las operaciones. Los datos permiten realizar mejoras e identificar posibles cuellos de botella. Las empresas que no vean esto en un futuro cercano se van a quedar atrás, ya que se prevé que para el final de esta nueva década muchos de los procesos dentro de una compañía estarán automatizados”, advierte David Terán, Fundador y CEO de Gestionix.
Para Terán es lógico que las grandes empresas, al tener amplios volúmenes de operación, están más cerca de la automatización, “pero eso no implica que una empresa pequeña que hace 50 transacciones al día no tenga que entender sus datos. La tecnología está llegando y es tan importante el salto hacia ella que, quien no la utilice, se convertirá en el eslabón más débil de la cadena alimenticia, y más si es una Pyme”.