En esta era donde la digitalización se coloca como la punta de lanza para el crecimiento de todos los sectores, un nuevo jugador llega para transformar al mundo financiero, se trata de los neobancos.
Los neobancos son empresas tecnológicas basadas fundamentalmente en aplicaciones móviles, fáciles de manejar, sencillas, intuitivas y prácticas. Esto, hoy más que nunca, cobra sentido, ya que el mundo se enfrenta a un cambio sin precedentes debido a la pandemia por COVID-19, con la que el distanciamiento social se ha convertido en un elemento esencial para evitar la propagación del virus.
“La practicidad de los neobancos es que llevan el impulso de la tecnología en toda su gestión, lo que les permite contar con una gama de servicios enfocados en brindar soluciones al cliente. No son sólo bancos en línea, son cuentas pensadas en las necesidades de cada cliente, que les brinda herramientas para administrar mejor su dinero, realizar pagos, transacciones, obtener tarjetas y, en general mejora el control de sus finanzas. Todo en tiempo real porque literalmente lo tienen siempre disponible y al alcance de su mano en sus dispositivos móviles”, describe Vilash Poovala, Co-Fundador y Director General de Oyster.
De acuerdo con la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), la presencia del virus en Latinoamérica está propiciando cambios en el comportamiento de los clientes bancarios, donde claramente se distingue un incremento en la preferencia por entidades financieras digitales. Con base en datos del Capgemini Research Institute, la Felaban apunta que luego del COVID, 57% de los consumidores preferiría la banca por internet, 55% las aplicaciones móviles para la banca y 21% los chatbots.
Las Pymes en México se enfrentan a un escenario complicado no sólo por la pandemia de COVID-19, sino debido a la alta cantidad de negocios que no figuran como candidatos para tener una cuenta en la banca tradicional, a pesar de que tienen un valor muy representativo para la economía nacional, ya que generan el 52% del Producto Interno Bruto (PIB) y el 72% de los empleos a nivel nacional, de acuerdo con la Condusef.
Poovala agrega que “la tasa de mortalidad de las Pymes en México es muy alta y es una de las razones principales por la que el sector no crece. Pero el éxito para una Pyme no está sólo en una cuenta, sino en una institución que pueda proveerle datos sobre su flujo de efectivo, éste es el oxígeno que mejora la salud financiera de las empresas para que su crecimiento sea mayor y sostenido”.
Los neobancos cuentan con el aval para operar en México desde el año 2018 con la aprobación de la llamada Ley Fintech, la cual contempla la regulación de pagos electrónicos, financiamiento colectivo, administración de activos virtuales y oferta de asesoría financiera a través de canales digitales. Por lo que son entidades bancarias establecidas y reguladas por la ley, son tan seguras como cualquier otro banco.