La pandemia representó el mayor reto que ha enfrentado el sistema financiero global

La pandemia de COVID-19 representó el mayor reto que ha enfrentado el sistema financiero global desde la crisis financiera de 2008-2009. Las perspectivas económicas se han deteriorado y se tornaron inciertas, principalmente para las instituciones bancarias de índole local.

Guardicore, destacó que para los bancos locales y uniones de crédito esta contingencia vino a acentuar sus desafíos en materia tecnológica y seguridad informática, por lo que es vital reducir los riesgos, garantizar los requisitos de cumplimiento y adoptar de manera segura las nuevas tecnologías.

Al respecto, Oswaldo Palacios, Director de Guardicore para Latinoamérica, opinó que hoy en día los clientes esperan que sus bancos locales brinden sus servicios más allá de cualquier gran banco de marca nacional, con una experiencia más personalizada, pero sobre todo que sus datos personales estén seguros y protegidos.

Los bancos locales y las uniones de crédito buscan ganar eficiencia operativa moviendo sus cargas de trabajo a la nube, a menudo combinando centros de datos locales con nubes públicas o privadas. También buscan crear una experiencia de cliente digital diferenciada con tecnologías de vanguardia y herramientas digitales para atender a sus clientes.

Por otra parte, los bancos locales y las uniones de crédito dependen de una red de socios, proveedores de servicios y datos, por lo que necesitan de los medios necesarios para proteger y hacer cumplir las rutas de acceso de terceros al mismo tiempo que limitan el acceso solo a aplicaciones, sistemas y entornos aprobados.

De acuerdo con Guardicore, las instituciones financieras locales deben abordar varios requisitos clave para su operación y ciberseguridad, sin dejar de moverse a la velocidad de sus demandas comerciales.

Como punto de partida en el viaje de la transformación digital, es necesario contar con un inventario y un mapa precisos de todas sus aplicaciones y el tráfico de red que generan. Esta visibilidad proporcionará una base para los controles de protección para permitir la migración sin problemas de las aplicaciones a la nube.

El tráfico de proveedores de software o subcontratación de terceros debe enrutarse correctamente, generalmente a través de una “caja de conexiones” en la DMZ a un punto de terminación único dentro del centro de datos, y tener restricciones para viajar a través del banco.

En la actualidad, la mayor parte del tráfico del centro de datos es lateral entre aplicaciones (este-oeste) en lugar de ingresar al centro de datos desde el exterior (norte-sur). Dado que las redes planas son la realidad en muchas organizaciones, solo se necesita una brecha en una sola máquina para darles a los malos actores un punto de apoyo para acceder a aplicaciones y datos confidenciales.

“Los bancos locales y las uniones de crédito que utilizan la segmentación en su entorno descubren que pueden abordar sus preocupaciones de seguridad más urgentes de manera simple, eficiente y en un menor tiempo”, concluyó Oswaldo Palacios.

Fuente: Guardicore

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