La aprobación y despacho por el Congreso del Proyecto de Ley Fintech para Chile, es sin duda alguna una buena noticia, que pondrá al país en un estado de avance en inclusión financiera, impulsando reglas claras y un marco para que no sólo entren más actores a este mercado tan amplio, sino también darles las herramientas para innovar y competir sanamente.
La pandemia impulsó las compras online lo cual ha empujado al mercado a ofrecer soluciones tanto a personas como empresas. Según un reporte realizado por BlackSip, el mercado del comercio electrónico creció 23% en 2021, y la cifra de chilenos que compra en línea ya llega al 63%, el mismo porcentaje que en España.
Esto convierte a Chile en uno de los líderes de la región en penetración del comercio digital, con un 98,3 %, de acuerdo al IX Informe de Tendencias de Medios de Pago, presentado por Minsait Payments.
En los últimos tiempos diferentes actores comenzaron a romper paradigmas ofreciendo acceso a soluciones de pagos digitales a los comercios y locales independientes, que se ubican en la parte baja y media de la pirámide inyectando dinamismo al sector financiero.
Esto en un país donde las conexiones de fibra óptica y cable coaxial (HFC) representan el 91,8% del total del parque fijo a nivel nacional, y las de 4G ya suman 20,5 millones; con un crecimiento de 16% en los últimos 12 meses.
Chile es uno de los países que, pese a contar con importantes niveles de inequidad en algunos sectores, está permanentemente abriéndole la puerta a la innovación y disrupción tecnológica, generando experiencias de compra y venta satisfactorias; diversas para las personas, los pequeños y medianos negocios, dentro de un proceso integral de digitalización.
Es de esperar que este hito, que deja a la Ley Fintech ad portas de ser promulgada, anime a más empresas a desarrollar su negocio de aceptación de pagos en el país, y así seguir avanzando en mejorar la experiencia de compra y venta de millones de personas.
Por Agustín Parodi, Chief Business Officer de Geopagos