En un contexto donde la pandemia invita a que diversos sectores e industrias logren adaptarse y se reinventen en busca de una nueva normalidad, el sector bancario se enfrenta a su mayor desafío, digitalizarse por completo.
El desarrollo de nuevas tecnologías generó una transformación en el universo financiero y llevó a que los bancos tengan que modificar sus servicios y procesos para asistir a clientes cada vez más exigentes. El mundo demanda cada vez más simplicidad y rapidez en casi todos los aspectos de la vida diaria. Pero la pregunta del millón es ¿cómo será la atención bancaria en un mundo post pandemia?
Diez años atrás, los usuarios todavía tenían que hacer largas filas en los bancos para realizar diferentes transacciones, hoy el panorama cambió completamente. El avance del mundo tech ha redefinido la forma de relacionarse con estas entidades. Los usuarios de apps y plataformas utilizan los canales digitales para realizar operaciones de cuentas online y sacar el máximo provecho a la era digital.
“Los bancos necesitan entender que la constante evolución de sus sistemas es absolutamente central para seguir siendo competitivos. La existencia de decenas de apps que proponen nuevas formas de interacción, nuevos productos y nuevas experiencias de uso genera inmediatamente una demanda por parte de los usuarios hacia su banco, esperan que su banco sea igual de bueno que las otras apps. Para enfrentar ese desafío, tienen que considerarse tres aspectos: cultural, tecnológico y metodológico, cada uno con sus respectivas particularidades”, comenta Juan Bello, Business Head de GlobalLogic Latam.
Debido a la pandemia de COVID-19, de un 40% de los argentinos operando su dinero en forma digital, se pasó a un escenario en donde la casi totalidad de las personas que tienen una tarjeta de débito operan en forma totalmente digital.
Recientemente Google y Millward Brown realizaron un estudio llamado “¿Qué esperan los argentinos de una banca digital?”, el cual reveló que un 78% de los encuestados interactúa con su banco desde Internet, por cada operación que tiene lugar en una sucursal bancaria, se producen 4 interacciones digitales.
El nuevo entorno digital dará lugar a la innovación en uno de los puntos débiles del banco tradicional. La experiencia de usuario pasará de ser masiva y despersonalizada a ser una interacción personalizada, informativa y de calidad. Esto permitirá transferir valor a los clientes mediante procesos y tecnologías que habilitan intercambios más eficientes y sencillos. El uso de plataformas de Inteligencia Artificial que permitan inferir situaciones de negocio a partir del comportamiento de las personas, y su combinación con asistentes voice-based potenciará las relaciones con los clientes y haciendo más efectiva la plataforma comercial.
Con las nuevas tecnologías, el constante cambio del mercado y las nuevas demandas de los usuarios, la transformación del sector financiero debe asegurar una misión sólida para diferenciarse en la excelencia de servicio con la mirada enfocada en las necesidades del cliente. Por eso, la banca digital llegó para quedarse, para resolver diferentes necesidades de los usuarios de manera rápida, cómoda y segura.