No es un secreto que todas las regiones colombianas tienen problemas de conectividad, según Sylvia Constaín, Ministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), la población más vulnerable tiene una penetración de los servicios TIC de entre el 20% y 40% tan solo, mientras que los estratos más altos se acercan al 99%.
El ex Viceministro de Educación y Analista de Telecomunicaciones, Rafael Orduz, hace un tiempo denunciaba la situación del país en conectividad y describía el reto urgente: “Las tasas de penetración de Internet son aceptables en capitales como Bucaramanga, las del Eje Cafetero, Medellín y Bogotá, pero son deprimentes en todas las capitales de la costa Atlántica. En el caso de San Andrés islas, que está rodeada de cables submarinos, en las vicisitudes con Nicaragua, las tasas no superan el 6% de la conectividad, esto sin mencionar las brechas campo-ciudad, a pocos km de Bogotá las escuelas rurales, aunque cuentan con tabletas, carecen de acceso a internet”.
Es evidente la necesidad imperiosa de conectar a los colombianos que todavía no disfrutan de Internet, uno de cada dos en la actualidad. Si se compara a Colombia con los países de la región, ocupa el lugar 18 entre 26 medidos, después de Ecuador, Jamaica, Perú, Bolivia e incluso Venezuela. Precisamente por ello, uno de los retos del Gobierno en este frente consiste en dejar los pasos cortos atrás y dar saltos grandes para disminuir la brecha digital dando una conectividad de muy buena calidad, similar a la que se brinda en zonas urbanas. Hablamos de conectividad para integrar al país socialmente y para impulsar negocios en zonas aisladas del territorio.
Para lograrlo, es necesario disparar las inversiones en el sector de telecomunicaciones, solucionar el enlace de última milla y superar las brechas técnicas, de forma que logren aumentar su productividad y puedan generar nuevas oportunidades de negocio, contar con alternativas de educación y con nuevas posibilidades de calidad de vida. Este, sin duda, debe ser un tema fundamental y central en el próximo Congreso Andicom 2019, el principal escenario de debate y prospectiva del sector de Telecomunicaciones en Colombia y uno de los más representativos en Latinoamérica.
En la búsqueda por convertirse en un país capaz de afrontar los retos que trae la nueva economía digital, la transformación digital y la cuarta revolución, en 2018 se propuso en Colombia la Ley de modernización TIC para trabajar en la focalización de la inversión y el cierre de la brecha digital, haciendo énfasis especial en la necesidad de correr la última milla de conexión a internet y llevar este servicio a las zonas rurales.
El país había desarrollado programas como Vive Digital, que no han logrado el objetivo de conectividad con calidad en todo el territorio colombiano. Es claro y evidente que hay un vacío pendiente de solucionar, que tiene que ver con la llegada a esos lugares que por su posición geográfica son de difícil acceso.
Precisamente por ello, y buscando que los ciudadanos de las zonas más apartadas puedan acceder a contenidos educativos, desarrollar sus emprendimientos, encontrar empleo, ampliar sus redes de negocio y realizar trámites en línea, la Ministra TIC de la actual Administración ha impulsado un nuevo proyecto que busca llevar el servicio de internet a aquellos centros poblados que cuenten con menor dificultad de acceso e interconexión eléctrica. “Es un proyecto de Acceso Universal Sostenible que busca, inicialmente, conectar hasta 10.000 centros poblados con un punto de acceso comunitario a Internet mediante un esquema perdurable y basado en la cooperación público–privada. El proyecto permite que cualquier persona acceda gratuitamente al servicio de Internet por un tiempo diario determinado”. La activación de la primera Zona Digital se realizó en agosto del presente año en el Bongo (El Retén, Magdalena), corregimiento pionero de la gran ola de conectividad.
En este sentido, y a la voz de expertos y analistas del sector, el Internet satelital de alta densidad es una tecnología única para darle cumplimiento a este objetivo del MinTIC y el Gobierno, llegar a donde otros no llegan y entregar a los colombianos de todas las zonas del país la opción de acceder a la información, así como habilitar posibilidades de teletrabajo, el comercio electrónico, la educación online y el Internet de las Cosas. Hoy, el Internet satelital ya es una realidad funcional y es asequible en Colombia gracias a la inversión de compañías extranjeras que operan satélites de alta densidad, cubriendo todo el territorio, posibilitando el acceso de alta velocidad con estabilidad y calidad asegurada.