El metaverso ha llegado para revolucionar el mundo tal y como lo conocíamos hasta ahora. A través de este espacio virtual alternativo, las personas podremos trabajar, comprar, relacionarnos o emplear nuestro tiempo de ocio como queramos, sin prácticamente ninguna limitación.
De acuerdo con Gartner, para 2026 el 25% de la población pasará al menos una hora al día en el metaverso para realizar alguna de las acciones antes nombradas, lo que llevará a la creación de nuevos modelos de negocio. Este nuevo canal de comunicación alcanzará un valor de 800.000 mil millones de dólares en 2024, según Bloomberg Intelligence.
Las marcas están empezando a ser conscientes de la importancia que tendrá el metaverso a nivel socio-económico, y están actuando en consecuencia, incrementando su presencia en él. Para que tengan éxito al dar el salto a este entorno, SAS destaca la importancia del uso de IA y analítica avanzada en tiempo real para interactuar con los clientes es fundamental.
“Los consumidores demandan marcas que estén cerca, que cubran sus necesidades e, incluso, que se anticipen a ellas. Los retailers, por su parte, deben encontrar nuevas fórmulas para dar respuesta a esa demanda de una forma innovadora, o se quedarán atrás en la pugna por el liderazgo del sector”, comenta Antonio Calvo, Head of Retail & CPG en SAS.
La tecnología más avanzada es lo que ha posibilitado el origen y auge del metaverso. De hecho, la madurez de las tecnologías de RV y RA son clave para la construcción de este mundo virtual, pero también porque abrirán la puerta a nuevas oportunidades económicas que redefinirán el engagement con las marcas.
Gracias al metaverso y a su faceta phygital, las marcas pueden ofrecer experiencias inmersivas y multisensoriales a los consumidores, dando pie a vivencias únicas que hasta ahora no habían sido posibles.
Si las estrategias omnicanal ya debían ser protagonistas, con el metaverso es aún más importante, debe quedar totalmente integrado con el resto de los canales, y que la estrategia sea coherente y cohesiva.
Fuente: SAS