La pandemia ha causado que una gran parte de la población se quede en casa y que las actividades comerciales no esenciales se encuentran paralizadas en distintas partes del mundo. Pero esto también ha provocado que muchas empresas que se habían resistido al uso de tecnología busquen en la digitalización el medio para mantenerse visibles frente a su audiencia.
Los consumidores, por su parte, también han modificado sus hábitos de compra, estudio y trabajo, lo que ha generado un aumento en el uso de herramientas y plataformas en línea.
En Estados Unidos, Amazon ha contratado a más de 100 mil empleados para poder cumplir con el aumento de pedidos que se registró desde que empezó la pandemia. En México se espera que esta nueva forma de comprar haga crecer el sector de comercio electrónico en un 60% al cierre de 2020, según datos de la empresa IDC.
«A pesar de que el coronavirus haya traído consigo grandes problemas, no todos sus efectos son negativos. La crisis está impulsando la digitalización, pues las empresas están utilizando cada vez más herramientas y plataformas para continuar sus actividades a distancia», comenta Gustavo Parés, Director General de NDS Cognitive Labs.
En definitiva, la crisis provocada por el coronavirus está agilizando la digitalización de las compañías de distintas maneras. Desde hace unos años se ha discutido sobre las ventajas del home office o trabajo desde casa, pero, en medio de una pandemia, esto dejó de ser sólo una discusión y se convirtió en una nueva forma de trabajar para gran parte de las empresas. Sin embargo, esto no sería posible sin que las compañías transformen su forma de trabajo tradicional a una digital.
Tan sólo de acuerdo con la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el trabajo en casa ha incrementado en un 28% la productividad en las empresas y compañías de la Ciudad de México. Esta modalidad de trabajo trae otros beneficios como un ahorro en recursos e instalaciones, por lo que distintas empresas no dudarán en implementarlo de forma habitual.
Uno de los grandes cambios que ha traído el COVID-19 ha sido en la forma en que adquirimos un producto o servicio, debido a que el confinamiento ha cambiado los hábitos de los consumidores, causando un incremento en las ventas en línea.
Si bien el 80% de los consumidores actuales ya eran compradores en línea habituales, la pandemia ha generado un aumento del 30% en su consumo, y un 20% de incremento en compradores primerizos, de acuerdo con el estudio de la empresa IDC.
Ante esto, los canales de venta por medio de chabots en plataformas, han cobrado un papel importante en las nuevas formas de consumo. Éstos presentan una gran ventaja para las empresas, ya que han ayudado al e-commerce a desarrollarse, adquirir nuevos clientes y mejorar sus servicios.
La pandemia y los esfuerzos para reducir los contagios nos obliga a preguntarnos si en un futuro cercano el dinero físico dejará ser parte de nuestro día a día. Actualmente la tecnología nos permite pagar y realizar transacciones de manera digital. Servicios como CoDi, las carteras digitales (wallets) y las fintech han demostrado que se pueden realizar transacciones de forma segura.
Tan solo en México, cerca de 7.6 millones de personas utilizan una wallet, de acuerdo con el estudio ‘Telecomunicaciones al segundo trimestre del 2019: Proyecciones 2019’, realizado por la consultora The CIU. No existe una cifra exacta respecto a la reducción de efectivo en México causada por la pandemia, pero tan sólo en España, uno de los países más afectados por el virus, el retiro de efectivo en cajeros automáticos cayó un 68% durante el mes de marzo.