Se puede decir con seguridad que el 2020 ha sido un año muy inusual. En la industria de las telecomunicaciones, los proveedores de redes experimentaron un cambio en el uso, alejándose de los lugares urbanos hacia otras áreas que tradicionalmente no necesitaban conectividad de un nivel empresarial, ya que las políticas de trabajo remoto y educación a distancia cambiaron nuestra vida cotidiana.
Mientras los proveedores de red planean para la implementación de las tecnologías de próxima generación, incluyendo la preparación para un despliegue más generalizado de 5G, Héctor Silva, Jefe de Ventas de Cuentas Globales en Ciena, ofrece sus opiniones sobre lo que los proveedores de redes pueden esperar, y para lo que se pueden preparar, a medida que nos acercamos al año nuevo.
Después de años de titulares, los primeros lanzamientos de 5G en América Latina ocurrieron oficialmente en 2020. Las pasadas y futuras licitaciones de la gama de 5G muestran que las bases fundamentales finalmente están en su lugar para que la red móvil de próxima generación se haga realidad.
Estos cambios hicieron que los proveedores de redes se vuelvan introspectivos sobre los estados de sus redes y cómo incorporar las enormes cantidades de equipos nuevos necesarios para soportar 5G. Cumplir con estos servicios requiere de una automatización inteligente. En particular, la automatización de bucle cerrado requiere evaluar la salud y el rendimiento de las redes en tiempo real.
Esta identifica y corrige los problemas automáticamente, ya que un problema con una parte de una red puede afectar el cumplimiento de los estrictos acuerdos de niveles de servicios (SLA). La capacidad de detectar y corregir de manera proactiva los problemas es bienvenida en un entorno cada vez más complejo. Los proveedores de redes están transformando la forma en que construyen, operan y conectan las redes en sus negocios.
Estos servicios y aplicaciones 5G nuevos necesitan ser procesados en algún lugar. Dado que los requisitos de latencia de muchas aplicaciones relacionadas con 5G no pueden satisfacerse con la actual infraestructura de nube centralizada, los proveedores de redes le están prestando mucha atención al tiempo promedio a la nube, o al tiempo que tardan los datos en moverse entre los usuarios finales y los centros de datos.
Tener una infraestructura de nube interconectada con centros de procesamiento de datos en el borde de la nube para aplicaciones intolerantes a la latencia y una dependencia continua de centros de datos centralizados para las que son tolerantes a la latencia creará una potente infraestructura de nube que puede manejar las demandas de 5G.
En lugar de utilizar las soluciones de un solo proveedor (a menudo a partir de un despliegue original), los proveedores de redes están cambiando sus infraestructuras hacia interfaces abiertas y normas y modelos comunes. Los proveedores también deben adaptar sus tecnologías para cumplir con estas normas nuevas. Los debates contemporáneos en materia de telecomunicaciones suelen volver a centrarse en qué normas se deben utilizar y cómo se deben aplicar.
Cada año, cuando los proveedores de contenidos de Internet planean la demanda y los presupuestos de las redes nuevas, las restricciones de la dependencia del proveedor deterioran sus capacidades de utilizar las mejores tecnologías. En cambio, con el transporte abierto, los proveedores pueden adaptar sus redes para producir menores gastos de capital y ofrecer a los usuarios finales servicios y aplicaciones ávidas de datos nuevos tales como 5G, los juegos en la nube y la retransmisión en directo de vídeo sin impactar las necesidades de ancho de banda diarias.
Los proveedores de redes se preguntan cada vez más si sus arquitecturas de redes están preparadas para soportar servicios nuevos tales como 5G. Por lo tanto, es vital tener una red de seguridad definida por software en la base de las redes que pueda unificar el diverso conjunto de componentes y tecnologías bajo un solo “lenguaje”.
Esto es crítico, especialmente porque ningún proveedor puede proporcionar todas las tecnologías que estos servicios necesitan de extremo a extremo. Al sustituir los procesos manuales y la mezcolanza de software de gestión de redes asociados a mantener una red actualizada y a garantizar que los componentes funcionan adecuadamente, software diseñados para gestionar la complejidad harán que estos servicios sean una realidad.
En conclusión, las nuevas demandas de las redes requerirán una revisión de la forma en que abordamos toda la vida útil de una arquitectura de red, desde la planificación hasta el aseguramiento. El aumento del uso del ancho de banda muestra que las arquitecturas de redes abiertas y las normas y prácticas comunes para reducir la complejidad les hacen la vida más fácil a los proveedores de redes.
El repentino cambio hacia el trabajo remoto y la educación a distancia en todo el mundo a principios de año nos dio una idea de los cambios que las redes pueden experimentar, y de cómo puede ser el futuro para los proveedores de redes en toda América Latina.
Por Héctor Silva, Jefe de Ventas de Cuentas Globales para Ciena