El IoT ha alcanzado un lugar destacado en el escenario mundial, incluso en países de América Latina. Al tener la capacidad de habilitar la comunicación entre cosas, intercambiar y transmitir datos y derivar acciones, los objetos que alguna vez fueron simples se vuelven inteligentes y generan insights para las empresas.
Cada vez es más común encontrar dispositivos IoT en diferentes situaciones, desde utensilios domésticos hasta máquinas agrícolas, después de todo, cualquier objeto puede incorporar esta tecnología. Esto es posible a través del procesamiento de datos en la nube, que devuelve información relevante que se traduce en órdenes para que las cosas realicen funciones inteligentes.
En el contexto de América Latina, la adopción de IoT está creciendo, pero uno de los mayores desafíos son los problemas de conectividad que aún enfrentamos. Para que esta tecnología funcione con eficiencia, el proceso de transferencia de datos debe ser rápido, o sea, la latencia debe ser baja.
En este sentido, el edge computing puede ayudar a afrontar estos retos, siendo una de las soluciones clave para impulsar el uso de IoT definitivamente.
Para 2024, IDC prevé que las inversiones en computación de borde alcancen los USD250 mil millones. Así, analizando cómo funciona, diría que esta solución está muy bien relacionada con otras tecnologías, como la nube híbrida y el 5G. Pero, debido a la aceleración de IoT, creo que el edge computing será necesario en los procesos que dependen de Internet para promover cambios.
El edge computing reduce la latencia y, por lo tanto, la dependencia de la conectividad avanzada para realizar las funciones de los dispositivos de IoT. Así, implementar la solución en América Latina, que aún carece de estos avances tecnológicos, puede ayudar a transformar negocios y desarrollar regiones.
Con la capacidad que otorga esta tecnología para procesar datos de manera inteligente, los dispositivos IoT evolucionan y pueden beneficiar a los países latinoamericanos en la transformación de varios sectores, como la medicina, el transporte, la agricultura y la industria en general.
Por José Renato Mello Gonçalves, Vicepresidente para América Latina de Orange Business Services