En un país como Argentina, en el cual la falta de financiamiento de las cadenas productivas arroja un déficit histórico, la llegada de las plataformas fintech de negociación de facturas de crédito electrónicas (FCE) se convirtieron en una solución digital, sin papeles, sin firmas y sin intermediarios que simplificó la operatoria de gran cantidad de PyMES.
Estas plataformas cumplen un rol facilitador, amigable, simplificador y democratizador del financiamiento. Cualquier MiPyME emisora de facturas de crédito electrónicas, puede crear una cuenta completamente online y terminar descontando estos instrumentos en el mismo día entre múltiples tipos de financiadores (compradores de facturas), con asesoramiento permanente de personal experto.
Es de esperar que este negocio evolucione a un ritmo similar al que registra en países de la región, como México, Chile y Brasil, en los cuales tuvo altos niveles de aceptación, reemplazando una gran proporción de la operatoria de eCheq. Argentina no debería ser la excepción, sobre todo teniendo en cuenta que en la actualidad existen 138.000 PyMES que emiten facturas de crédito electrónicas equivalentes a $ 250.000 millones por mes, lo cual refleja el gran potencial del mercado local.
Cabe destacar que el descuento de FCE en las plataformas es calificado como ‘producto PyME’, por lo tanto, puede acceder a tasas preferenciales sin afectar sus líneas de crédito vigentes. Ademas, la PyME no tiene responsabilidad solidaria del pago, ya que la responsabilidad del mismo es 100% de la gran empresa.
Empresas fintech han liderado la implementación de este tipo de plataformas tecnológicas, convirtiéndose en entornos claves no solo para el financiamiento de miles de PyMES afectadas por el COVID-19, sino también para las grandes empresas pagadoras y sus ecosistemas, quienes ven en la tecnología un factor diferencial, tanto en lo operativo como en el soporte para los escenarios venideros.
A partir del 1 de abril de este año entra en vigencia el Sistema Abierto de Descuento de Facturas lo cual permitiría a bancos con perfil PyME ofrecer el descuento de facturas en sus respectivos home banking o bien retornarlas a plataformas existentes o al mercado, si por algún motivo la oferta fuera nula o no conveniente para la empresa involucrada.