La exclusión digital, una barrera que golpea el trabajo de las mujeres rurales

Las mujeres rurales son el grupo menos conectado a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en la mayor parte de los países de América Latina y del Caribe, reveló un estudio realizado por la Universidad de Oxford con apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

Según el estudio “Desigualdad digital de género en América Latina y el Caribe”, coordinado por la científica social italiana Valentina Rotondi con base en datos de la Encuesta Mundial Gallup, informaciones de los países y de rastreos de la red social Facebook, en 17 de los 23 países de la región analizados, menos mujeres declaran poseer celulares en comparación con hombres. Mujeres de baja escolaridad que viven en áreas rurales son las menos “conectadas”.

Pero no sólo menos mujeres declaran poseer teléfono celular, también hay una variación de acuerdo con la división rural/urbana, ya que género y lugar de residencia interactúan produciendo varias desventajas para las mujeres que habitan en los territorios rurales. El tema estudiado adquiere especial relevancia en tiempos de pandemia de Covid-19, que aceleró cambios en las formas de producción y en las redes de comercialización de todo tipo productos, como alimentos y otros bienes suministrados por el campo.

Contribuir a revertir la desigualdad que enfrentan las mujeres rurales y facilitar acceso a la tecnología a quienes se dedican a la producción agrícola son dos de los principales desafíos asumidos por el IICA, cuyos cinco programas de trabajo hemisférico para el período 2018-2022 tiene como ejes transversales los temas de Género y Juventud y de Innovación y Tecnología, el BID y el FIDA.

“El estudio revela que el acceso reducido a teléfonos celulares y a internet se suma a diversos problemas enfrentados por las mujeres en el campo, como las barreras a la obtención de financiamiento, a capacitación, empleo formal y propiedad de la tierra”, expresó el Director General del IICA, Manuel Otero.

El nuevo presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, indicó en su discurso inaugural que la entidad financiera multilateral “debe liderar los esfuerzos para extender oportunidades de empleo a través de la digitalización”, agregando también que el organismo debe ponerse a “la vanguardia de las iniciativas para extender la conectividad en zonas rurales y aumentar su uso en educación, pequeñas empresas, los bancos y el financiamiento”.

La proporción de personas que poseen teléfonos celulares en los países analizados aumentó a alrededor de 80% en el 2017 desde 45% en el 2006, según los datos anuales de la encuesta Gallup, y la brecha de género en la posesión de celulares disminuyó en la última década. Pese a ello, volvió a empeorar en los últimos cinco años.

Pese a que en la mayor parte de los países hay brechas de género, el estudio mostró excepciones. Mientras Argentina y Brasil tienen casi una situación de paridad, Guatemala y Perú son ejemplos de naciones en las que la brecha de género es mayor, en tanto que en Chile y en Uruguay la proporción tiende a favorecer a las mujeres.

La rápida difusión de los teléfonos celulares ha mostrado potencial para reducir la exclusión digital y afectar positivamente la economía y el desarrollo social. Para muchas personas, dispositivos móviles son computadoras baratas, fáciles de usar y eficaces, que permiten comunicarse, acceder a información y obtener acceso a servicios vitales vinculados a la salud, la educación y la economía o a vender su producción”, señaló Rotondi.

Pese a los avances, las mujeres aún están postergadas en el acceso digital. De acuerdo con el último informe divulgado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), en la mayoría de los países las mujeres aún están atrás de los hombres en el sentido de beneficiarse del poder transformacional de las tecnologías digitales. Más de la mitad de la población femenina global (52%) todavía no usa Internet, en comparación con 42% de todos los hombres.

El estudio enfocó en la correlación entre brechas de género en la posesión de teléfonos respecto a tres medidas de empoderamiento utilizadas por la Organización Mundial del Trabajo (OIT): proporción de tasa de empleo vulnerable femenino en relación con el masculino; proporción de la fuerza de trabajo femenina en relación con la masculina, y proporción de desempleo juvenil femenino en relación con el masculino (medidas en el 2019).

El estudio concluyó que, de modo general, cuanto menor es la brecha de género en la posesión de celulares, mejores son las perspectivas para la inserción de las mujeres en el mercado de trabajo y menores son las disparidades entre los géneros en trabajos vulnerables y desempleo juvenil.

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