La crisis económica derivada de la pandemia se convirtió en un punto de inflexión para la industria de telecomunicaciones en el mundo. México enfrentó una de las peores caídas económicas en toda su historia, el PBI se contrajo el 8.5% durante 2020, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los efectos de la pandemia se resintieron en diversas industrias, en el caso del sector de las telecomunicaciones se registró una caída anual de 0.4% y se recuperó durante el último trimestre del año. Este indicador evidencia el papel esencial que han desempeñado las telecomunicaciones durante este periodo al facilitar la vida social, educativa, informativa, cultural, de entretenimiento y, por supuesto, productiva.
Las telecomunicaciones se refrendaron como un sector esencial para la supervivencia y funcionamiento de empresas y personas en un contexto en el que el trabajo remoto, la conectividad y la migración hacia lo digital han adquirido más importancia que nunca.
“La industria de las telecomunicaciones tuvo que responder a las necesidades que el mercado demandaba, reformulando sus estrategias que vayan ad hoc con el proceso acelerado de la transformación digital. La pandemia puso freno a las tendencias que ya se venían observando sobre los ingresos y la actividad comercial del sector, incluso aceleró algunas de ellas como consecuencia del impacto económico y de sanidad”, señala Modesto Gutiérrez, Presidente y Co-Founder de Miio.
De acuerdo con Miio, en el contexto de la pandemia y sus efectos económicos, se desarrollan algunas tendencias relevantes en la industria de telcos, como la inversión en servicios de valor agregado, transformación de sectores e innovación.
Las telecomunicaciones han encontrado mayor innovación, competitividad e impacto tras fusionarse con otras industrias. Un ejemplo de ello ha sido la unión entre las industrias de telefonía celular y financiera digital. Estas plataformas ofrecen soluciones y opciones para la población no bancarizada.