La acelerada ola de iniciativas digitales no debe ser confundida con la transformación empresarial

Los esfuerzos que hacen las empresas para digitalizar sus operaciones no decrecen mientras las empresas intentan no quedarse atrás en materia de innovación tecnológica y la pandemia de Covid-19 aceleró ese proceso.

Sin embargo, a partir de datos revelados de un análisis de caso publicados en el artículo “Digitizing Isn’t the Same as Digital Transformation”, especialistas de PwC advierten que la acelerada ola de iniciativas digitales no debe ser confundida con la verdadera transformación empresarial necesaria para el éxito en la era digital.

“Digitalización se refiere a las actualizaciones para mantenerse en el juego en tanto que el negocio sigue como de costumbre. La transformación digital, sin embargo, se refiere a un proceso mucho más profundo para construir una ventaja competitiva real y a largo plazo que garantice el éxito”, explica Norberto Montero, socio de PwC Argentina.

“A pesar de todos los esfuerzos por digitalizar, muchos ejecutivos encuentran que se están quedando atrás en las decisiones que importan. La verdadera transformación digital no se trata de cambiar el cómo trabajamos, sino que también se necesita, cada vez más, re- imaginar qué estamos haciendo para generar valor y diferenciarnos en la era digital. No importa todas las iniciativas digitales que se implementen, si no se hace algo para diferenciarse del resto, las empresas podrían perder valor”, continuó Montero.

Las organizaciones exitosas en la era digital definen su razón de ser en términos del valor que crean para sus consumidores y en el por qué lo hacen. Usan las nuevas tecnologías no para copiar lo que hacen los demás, sino en pos de su misión y sus objetivos. Esto implica, muchas veces, abandonar viejos modelos de negocio y viejas creencias sobre creación de valor.

Los ganadores de la era digital rompen con las viejas estructuras de poder para permitir que las nuevas ideas escalen más rápido. Colaboración, orientación hacia resultados y asociarse con el ecosistema serán la clave para la diferenciación.

Ante un mundo en constante cambio, las empresas deberán transformarse también para no quedarse atrás. Los ejecutivos tendrán que tomar decisiones importantes sobre cuántos cambios tomar, qué tan lejos ir, qué nivel de disrupción puede resistir el negocio existente y cómo manejar esta transición. Pero sin una trasformación fundamental en la forma que hacemos negocios, la digitalización es un camino hacia la nada” concluye el socio de PwC Argentina.

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