IFC destina USD 4000 millones de financiamiento a empresas para luchar contra la pandemia

La respuesta de la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo Banco Mundial, a la pandemia se ha centrado en ayudar a las personas más vulnerables de los países en desarrollo.

De los USD 8000 millones de financiamiento de desembolso rápido de IFC para la COVID‑19 aprobados por la Junta Directiva en marzo de 2020, hasta la fecha se han comprometido USD 4000 millones. Se espera que aproximadamente la mitad de este monto beneficie a personas de los países más pobres y los Estados frágiles, y que el resto ayude a respaldar la lucha contra la COVID‑19 en otros países en desarrollo y mercados emergentes.

 “Respaldar al sector privado será fundamental para ayudar a los países en desarrollo a lograr una recuperación inclusiva, sostenible y resiliente y para frenar el actual aumento de la pobreza extrema. El objetivo del mecanismo de desembolso rápido de IFC para la COVID‑19 es proporcionar la liquidez que necesitan las empresas y las instituciones financieras clientes; esto aportará capital de trabajo, respaldará el empleo y facilitará el comercio”, explicó David Malpass, Presidente del Grupo Banco Mundial.

En marzo, la Junta de Directores de IFC aprobó USD 8000 millones en financiamiento para ayudar a las empresas afectadas por el brote pandémico. Desde entonces, la Corporación ha dado destino a la totalidad de los USD 2000 millones asignados como paquete de financiamiento para el comercio del mecanismo de desembolso rápido.

Este respaldo ayuda a las instituciones financieras clientes a mantener los flujos de liquidez hacia empresas que dependen del comercio, especialmente las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que son una de las principales fuentes de empleo.

“El mecanismo de desembolso rápido de IFC para la COVID‑19 se diseñó de manera tal de ofrecer liquidez inmediata a las instituciones financieras y clientes del sector real, a fin de mantener el empleo y evitar daños a corto plazo. Esperamos que, con el respaldo a los clientes y las intervenciones del sector privado, a largo plazo ayudemos a reactivar el crecimiento económico, preparando el terreno para un futuro mejor, más resiliente y sostenible, una vez que pase la COVID‑19”, indicó Stephanie von Friedeburg, directora gerente, vicepresidenta ejecutiva interina y directora general de operaciones de IFC.

Este financiamiento se está utilizando para una variedad de actividades, como reforzar la posición de los prestadores de servicios de salud, ayudar al golpeado sector del turismo y mantener a flote a las empresas viables, a modo de preservar el empleo. Se han movilizado USD 623 millones de asociados del sector privado para estos clientes.

Adicionalmente, desde marzo, mediante el Servicio de Financiamiento del Sector Privado de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), una herramienta desarrollada por el Grupo Banco Mundial para facilitar las inversiones del sector privado en los países más pobres del mundo, se han proporcionado USD 281 millones en garantías que respaldan el financiamiento para el comercio y préstamos para capital de trabajo dirigidos a pymes de países elegibles.

El Grupo Banco Mundial cuenta con la capacidad financiera para ofrecer USD 160000 millones durante los próximos 15 meses, lo que incluirá hasta USD 47000 millones de IFC en respaldo general para el sector privado.

De cara al futuro, IFC trabajará con sus asociados para ayudar a reestructurar y recapitalizar empresas viables y establecer las condiciones para una recuperación inclusiva, sostenible y resiliente. En agosto, la Corporación también puso en marcha la Plataforma Mundial para la Salud, por valor de USD 4000 millones, que ayuda a los países en desarrollo a ampliar el acceso a suministros médicos, como mascarillas, respiradores, kits de pruebas y, llegado el momento, una vacuna contra la COVID‑19.

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