4Finance lanzó una serie de encuestas entre sus clientes que solicitaron un crédito desde el mes de abril para conocer el comportamiento, necesidades y cambios de hábitos que se dieron en este nuevo contexto.
“La cuarentena y el aislamiento aceleraron el cambio de muchos comportamientos de los usuarios y modificó las prioridades a la hora de solicitar un préstamo de corto plazo como los que ofrecemos. Saber más acerca de los usos y necesidades de nuestros usuarios nos permite adaptar la oferta de productos y servicios para acompañar a nuestros clientes de la manera más adecuada en este momento tan particular”, destaca Salvador Calogero, country manager de 4Finance Argentina.
De esta manera, la compañía desarrolló una serie de encuestas que dividió en cuatro ejes temáticos que incluyeron la situación laboral, financiera, el uso de los medios de pagos y el destino de los préstamos. A partir de los datos analizados se llegó a algunas conclusiones que tienen como finalidad brindar una mirada más profunda desde el sector fintech.
El primer dato relevante que se puede destacar es que las personas con un ingreso informal, que es uno de los principales sectores que utilizan esta herramienta financiera, fue disminuyendo a lo largo del período analizado. En el mes de mayo, el 22% de los que respondieron estaban en esta situación, mientras que en agosto, el número disminuyó al 7%. Como contrapartida, los empleados en relación de dependencia y monotributistas se incrementaron levemente, pasando del 48% y 8%, al 52% y 12%, respectivamente.
El sector informal, el cual es uno de los más afectados a los embates de esta crisis, es el primero que disminuyó su capacidad de repago y, adicionalmente, redujo sus necesidades de financiación. En el lado opuesto, los empleados que trabajan en relación de dependencia y que en su mayoría no vieron afectados sus ingresos, tuvieron una limitación para solicitar un préstamo y utilizaron está opción para reemplazar líneas de financiación más tradicionales que tenían antes de la cuarentena.
A medida que avanzó el aislamiento y la cuarentena, se observó un crecimiento de las personas que nunca dejaron de trabajar y una disminución entre aquellos que frenaron su trabajo por completo o no tienen ingresos. En agosto, el 40% afirmó que está igual que siempre y nunca dejó de trabajar, mientras que, en mayo, el 26% se encontraba en esa condición. Asimismo, desde el mes de mayo, se notó una reducción entre quienes frenaron sus trabajos y, por ende, no generaron ingresos, y pasó del 27%, al 10% en agosto.
En abril se observó la mayor caída de la actividad económica, debido al comienzo de la cuarentena, pero lentamente se vislumbra una recuperación del nivel de actividad previo a la cuarentena y, consecuentemente, una vuelta a la actividad económica gradual para todos los sectores y regiones del país.
En este contexto se habló mucho del crecimiento de los medios electrónicos en comparación con el uso del efectivo. Sin embargo, la realidad y varios informes muestran que hay que seguir trabajando en la educación e inclusión financiera para que el efectivo deje de ser el medio de pago preferido por la sociedad. Ante la pregunta si se contaba con una billetera electrónica, el 78% respondió que no, mientras que del 22% utilizan una y, de ese porcentaje, el 90% afirmó que elige Mercado Pago.
Entre los usuarios que utilizan medios de pago electrónicos, destacan que los principales motivos son la comodidad, que no hay que salir de la casa y la rapidez. La transferencia bancaria sigue siendo el medio de pago preferido (39%), seguido por Mercado Pago (33%), mientras que un 15% opta por el débito automático.
Un análisis previo realizado por 4Finance, sobre el comportamiento histórico de los clientes reveló que el 60% utilizaban métodos de pago presenciales para abonar sus préstamos (sucursales de Pago Fácil o Rapipago), 30% lo hacía a través de transferencias bancarias y el 10% restante por medio de pagos digitales (Mercado Pago y Pago mis cuentas).
Desde el inicio de la cuarentena, el viernes 20 de marzo, y tomando como universo 5.000 pagos ingresados, esta realidad cambió sustancialmente y el pago presencial se redujo hasta el 30%, mientras que las transferencias bancarias se incrementaron hasta el 50% y los medios digitales llegaron al 20%. Sin embargo, cuando Pago Fácil y Rapipago volvieron a operar, muchos usuarios regresaron al efectivo como medio principal de pago y, en la actualidad, es del 40%.
En diciembre del año pasado, en una encuesta similar, los usuarios solicitaban un préstamo con tres objetivos principales: pagar deudas, pagar servicios y comprar regalos. Este nuevo contexto cambió las prioridades y, entre ellas, se encuentra en primer lugar realizar mejoras o arreglos en el hogar. El segundo destino es el pago de las tarjetas de crédito y otras deudas y, la tercera prioridad, pagar facturas/servicios del hogar.
Finalmente, el nuevo contexto de incertidumbre cambió los objetivos de los usuarios y ante la pregunta sobre posibles destinos de futuros préstamos, el 35% afirmó que lo solicitaría para comprar herramientas o materiales para empezar un emprendimiento y un 14% lo haría para adquirir una computadora.
“La pandemia aceleró los procesos de digitalización y formalización de la economía que hubieran tomado mucho más tiempo introducir. Sin embargo, queda claro que todavía queda un largo camino por recorrer. Las empresas fintech de préstamos llegamos a un segmento de la población que está fuera del sistema financiero tradicional y que necesita financiarse para afrontar cuestiones básicas. Esto permite que no se corte la cadena de pago de la economía familiar y consecuentemente de las comunidades a las cuales pertenecen. Para continuar con el crecimiento de este sector con más jugadores necesitamos regulaciones, incentivos y reglas claras como fuimos testigos y partícipes en otros países del mundo”, concluye Calogero.