El Open Banking ha crecido a pasos agigantados en el mundo a lo largo de los últimos años. Se trata de un modelo que busca flexibilizar y dinamizar el flujo de datos entre instituciones financieras con el fin de mejorar la oferta disponible de productos y servicios.
De acuerdo a la encuesta “Open Banking in Europe: Only slightly ajar” de PWC, realizada en 2020, el 45% de la población europea está dispuesta a compartir información para obtener beneficios tangibles de la banca abierta, lo que representó un incremento de 2% en relación con 2018.
A pesar de que en México aún no están definidas las reglas en materia de datos transaccionales, este modelo ha despertado el interés de las entidades financieras, pero también de otras empresas que podrían beneficiarse.
El estudio “Open Banking en México. Diagnóstico y tendencias” de Finerio Connect refiere que el 90% de las empresas del país ven a este modelo como una oportunidad que les permitirá acceder a información que antes no estaba a su alcance.
“Con ello, las posibilidades de innovación y de desarrollo de nuevos productos y servicios se multiplican, pues las empresas tendrán un punto de partida claro y tangible que les permita empatar su oferta con la demanda del mercado”, señala Nick Grassi, Co-CEO de Finerio Connect.
Al respecto, datos de Finerio afirman que el 83% de las empresas del país confían en que el Open Banking les permitirá mejorar sus servicios, 68% que les ofrecerá nuevas oportunidades de crecimiento y 65% que generará una competencia positiva entre las empresas.
En el Reino Unido, por ejemplo, la adopción de servicios de Open Banking ha sido todavía más acelerada. Según estimaciones de The Open Banking Impact Report 2021, el crecimiento del segmento se da a tasas anuales superiores a 7.5%, en donde los usuarios reportan que les ha ayudado a tomar mejores decisiones financieras, manteniendo presupuestos funcionales, reduciendo gastos innecesarios y minimizando tarifas por uso de productos y servicios.
La banca abierta tiene la capacidad de ser un motor de cambio en este rubro. Mediante la concatenación de interfaces de programación de aplicaciones (APIs por sus siglas en inglés) en beneficio de jugadores clave y de usuarios.
No obstante, el punto medular del Open Banking es la distribución transparente y equitativa de información, ya que propone el intercambio de datos entre instituciones con la finalidad de robustecer la oferta del sector.
De acuerdo con Grassi, la poca movilidad financiera en el país también obedece a la falta de innovación y de entendimiento del mercado. Desafíos que el Open Banking podría ayudar a sortear. Fuente: Finerio Connect