Claro TV prometió a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y al Instituto Federal de Telecomunicaciones un incremento de la penetración de Internet de banda ancha y de televisión de paga en el país, a cambio de que el Estado le facilite una concesión única comercial en la que pueda respaldarse para vender contenidos audiovisuales por todo México y seguidamente de manera empaquetada con otros servicios adicionales como telefonía e Internet.
La compañía, que no hace parte del grupo de empresas consideradas por la autoridad reguladora como agentes económicos preponderantes de América Móvil, garantizó una inversión inicial de 6,028 millones para sus primeros despliegues de servicios que llegarían a los consumidores a través de la señal del satélite Star One D-1 como primera etapa y después, a través de redes de fibra óptica desde las que enviaría un producto de televisión IP.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes exteriorizó una semana antes de que concluyera el sexenio de Enrique Peña Nieto, que el órgano regulador concediera la solicitud a la subsidiaria de América Móvil, porque los argumentos que ésta presentó para incrementar la conectividad de los mexicanos se empataban con el Plan Nacional de Desarrollo de Peña, en lo que toca a la democratización del acceso a los servicios de telecomunicaciones y también, con el Programa Sectorial de Comunicaciones y Transportes 2013-2018 del mismo gobierno.
Claro TV indicó al gobierno que su servicio será de alcance nacional, a través de redes fijas de fibra óptica, principalmente, y que este insumo será contratado a proveedores mayoristas, por lo que presentó el dato de la oferta de referencia de Telmex en la materia, pero no descartó utilizar otros insumos mayoristas de terceras empresas para llegar a los 1,408 municipios a donde estimó que el conjunto de la industria llega con sus redes.
Todo eso como una segunda etapa para la compañía, pues su primera intención de negocio es explotar la cobertura del satélite Star One D-1, un aparato que América Móvil lanzó al espacio en 2016 a través de su filial brasileña Star One que controla toda su flota satelital. El Star One D-1 opera en la banda Ku y su mancha de cobertura cubre desde entonces todo el territorio mexicano.
En México, el satélite Star One D-1 operaría al amparo de la concesión conseguida en 2015 por Claro Sat, que en 2017 informó al IFT que sería ese y no el satélite Star One C4, el aparato que daría cobertura a México. América Móvil ha informado que la flota Star One se integra de seis satélites con capacidad para ofrecer televisión de paga y para enlazar redes celulares.
Claro TV, de momento descartó comprar espectro para sus despliegues de servicios, pues indicó a las autoridades que buscaría la manera de contratar capacidad espectral en empresas del grupo AMX o de terceras compañías, como por ejemplo a la mayorista Red Compartida, para completar sus ofertas allí donde fuese necesario.
De conseguir un título de conexión única que le avale la venta de servicios durante treinta años, Claro TV informó que su interés es vender productos audiovisuales, pero ese tipo de concesión le habilitaría la prestación de otros servicios. Con esto, Claro TV inmediatamente abrirá un frente a Viasat, Hughes y Star Go, pero sobre todo a Sky y Dish que en los últimos dos años han comenzado a empaquetar servicios de doble y triple play para mantenerse competitivos.
Al cierre del 2018, tiempo en que Claro TV presentó su petición de concesión única comercial, la penetración de banda ancha fija era de 54 de cada cien hogares en México y de 64 de cada cien hogares en televisión de paga. América Móvil cerró junio de 2019 con 7.92 millones de accesos de banda ancha fija vía Telmex, 3.8% más que un año antes. En televisión, con Claro TV, tiene su fuerte en Brasil, con 8.4 millones de suscriptores a comienzos de 2019 y vende TV de paga por cable, por satélite y por Internet en otros catorce mercados de América.