Tener presencia en la nube ya no es una ventaja competitiva para las entidades bancarias, sino una necesidad. Los analistas y los principales cloud vendors dicen que el 82% de los bancos de la región EMEA va a aumentar su inversión en la nube, mientras que un informe de IDC estima que la inversión general de la industria bancaria en la nube pública aumentará más del 16% anual.
Fundamentalmente, los bancos se están trasladando a la nube para seguir siendo competitivos. Las entidades bancarias tradicionales simplemente no sobrevivirán si no pueden mantenerse al día frente a nuevos competidores más modernos. Es importante tener en cuenta que no solo están compitiendo con otros bancos, sino también con fintechs e incluso con empresas de telecomunicaciones.
El 69% de los bancos del Reino Unido considera la optimización de sus gastos un objetivo comercial principal para adoptar la nube, mientras que Celent estima que cambiar a plataformas bancarias nativas en la nube puede reducir los gastos de mantenimiento hasta un 80%.
La agilidad resalta como otro de los beneficios, un informe de Mambu en colaboración con Celent destaca que la migración a la nube aumenta la velocidad de comercialización de nuevos productos y servicios en un 85%.
Los mayores desafíos que enfrentan los bancos tienen que ver con la cultura empresarial y las habilidades del talento humano. Para obtener los mayores beneficios de la computación en la nube, los bancos deben estar dispuestos a actualizar no solo su software sino también la mentalidad de sus empleados.
Los bancos que deseen seguir siendo relevantes deben hacer un gran esfuerzo para cambiar esta visión y demostrar que son entidades modernas y dinámicas. Las reticencias de los especialistas en la nube es un obstáculo importante, el 73% de los bancos del Reino Unido informa que el conocimiento y la experiencia fueron unas de las principales barreras para la adopción de la nube pública.
No existe una hoja de ruta o un enfoque único para la adopción de la nube. Los bancos varían en función de sus objetivos, tamaño y ubicación, todo lo cual impacta su transición hacia el cloud.
Por José Manuel Pérez Bajo, Socio en NTT Data