La pandemia fue un punto de inflexión en la forma en que los latinoamericanos interactúan con productos financieros en la región; millones de personas de bajos ingresos se vieron obligadas a realizar transacciones digitales por primera vez. Uno de los efectos secundarios clave de la pandemia fue el auge del uso de servicios financieros digitales entre una población que solía usar principalmente efectivo.
Según LAVCA, la Asociación para la Inversión de Capital Privado en Latinoamérica, las startups en la región recaudaron USD 2.800 millones durante el primer trimestre del 2022. Las fintechs fueron por mucho, los mayores receptores con el 43% de la inversión.
Como resultado del creciente interés de los consumidores y apoyo de los gobiernos locales, empresas como Nubank, Ualá, Clip o Rappi están preparados para escalar soluciones innovadoras que amplían el acceso en la región. Sin embargo, esta transformación aún no ha afectado la composición social de las personas que parecen estar representadas por las imágenes y videos de esta industria.
De acuerdo con VisualGPS, alineado con el auge de la adopción digital, la búsqueda y descarga de imágenes y videos que muestran a las personas interactuando con los servicios financieros a través de la tecnología, crecieron enormemente. Además, reflejaron todo el recorrido del comercio digital entre 2020 y 2022: las imágenes y videos de compras en línea crecieron un 72%, las de entrega a domicilio crecieron un 1073%, el contenido de envíos creció un 140% y el de pago sin contacto creció un 162%, mientras que las imágenes que reflejan a la banca tradicional cayeron -24%.
No obstante, menos del 3% de las imágenes y videos de servicios financieros en Latinoamérica representan a la clase obrera y más de un tercio del contenido es protagonizado por personajes en posiciones sociales privilegiadas, en entornos corporativos y urbanos.
De acuerdo con Federico Roales, Investigador Creativo de iStock, esto es una paradoja. “A pesar de que muchos miembros de la clase media-baja y baja accedieron por primera vez a servicios financieros gracias a la tecnología, la representación visual sigue centrada en escenarios de clase media-alta y alta en países donde los ingresos medios constituyen casi la mitad de la población”.
De acuerdo con la OCDE, el 46% de la población en la región pertenece a la clase media en Latinoamérica. De hecho, 8 de cada 10 consumidores latinoamericanos en todos los estratos económicos reconocen que ahora usan su teléfono móvil más que nunca como una forma de realizar transacciones y pagar cosas.
Como conclusión, Roales afirma que startups, fintechs, y más empresas que promuevan la inclusión financiera y digitalización en la región para estratos que tienen acceso a estas tecnologías por primera vez, deben considerar narrativas visuales que puedan relacionarse con la realidad vivida por los latinoamericanos.
Fuente: iStock