«La IA generativa debe garantizar su uso ético y responsable»

En principio, como tecnología incipiente, podemos pensarla como si fuera un niño al que debemos educar. La responsabilidad, la ética y los valores positivos deben inculcarse desde el entrenamiento.

¿Es posible seguir impulsando el desarrollo de la IA generativa mientras se garantiza su uso ético, responsable y basado en valores? Hablamos de una tecnología que tiene el potencial para hacer más eficientes todas las capacidades humanas.

Como es una tecnología que va más allá de los algoritmos controlados, mientras crece su adopción nos preguntamos cómo hacer para mantenerla “supervisada”. En principio, como tecnología incipiente, podemos pensarla como si fuera un niño al que debemos educar. La responsabilidad, la ética y los valores positivos deben inculcarse desde el entrenamiento.

 ¿Qué pasa con las regulaciones? Si observamos comparativamente lo que ocurre en la actualidad, vemos que donde las normativas son más estrictas, la innovación se vuelve más difícil. Es un tema que requiere mucho cuidado, con el foco puesto en las aplicaciones más que en la tecnología en sí misma.

El consumo energético que implica la GenAI debe sumarse a la agenda, un cerebro humano, para hacer sus tareas, consume como mucho 23 watts al día. Una cifra incomparable con lo que requiere esta tecnología. En un contexto en el que estamos lejos de alcanzar los Acuerdos de París sobre cambio climático, apostar por energías renovables para la IA generativa se vuelve cada vez más necesario.

 Otro aspecto en el que debemos encontrar el punto de balance es el de la supervisión humana. ¿Habrá un momento en el que podamos confiar en un 100% en una IA generativa autónoma? De nuevo, la clave estará en la aplicación de la que estemos hablando. Una máquina que decide según parámetros biométricos quién atraviesa un control de Migraciones, por ejemplo, podría ser perfectamente confiable si su tasa de error fuese probadamente menor, como consecuencia del volumen de datos que analiza para tomar cada decisión.

Por eso, el control por parte de los seres humanos es importante, siempre y cuando no perturbe los beneficios propios de la tecnología, o cuando la tecnología pueda tomar decisiones que sean con alta probabilidad dañosas a nos otros como humanos.

Como líderes, tenemos la responsabilidad de ayudar a encontrar de manera continua estos balan-ces, sin perder nunca de vista que se esté cumpliendo el propósito final de tecnologías emergentes como la IA generativa: mejorar nuestra calidad de vida.

Por Miguel Teixeira, Deputy CEO Iberia, Latam, International Organizations at NTT DATA

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