En 2020 el cibercrimen tuvo un costo para la economía global de un billón de dólares

Ante el incremento acelerado de los fraudes cibernéticos en el mundo, la inversión en seguridad digital es una prioridad que deben adoptar tanto consumidores como empresas. Una de las premisas de Mastercard es la adopción de tecnologías de punta en las experiencias de pago para ayudar a reducir niveles de fraude y, a su vez, garantizar una mejor experiencia para el consumidor.

Según el New Payment Index de Mastercard, se detectó que en Argentina el 81% de las personas se encuentran más abiertas a utilizar métodos de pago emergentes de lo que estaban un año atrás. De ahí, la importancia de que cada vez más personas cuenten con una identidad digital (ID), que hasta el día de hoy es la herramienta clave y una oportunidad mayor para generar confianza digital y combatir el fraude global.

La apuesta de Mastercard es la creación de un ecosistema de identidad digital (ID) que le permita tanto a instituciones como a individuos realizar transacciones fáciles, rápidas y fiables. El acceso a una identidad digital traerá experiencias nuevas para el consumidor en la medida en la que éste interactúe con empresas, proveedores de servicios y sus comunidades digitales, simplificando su uso. De la misma manera, reducirá el riesgo de fraude y de robo de identidad.

La confianza es el ingrediente clave para la realización de transacciones del comercio digital, para lograr esta fiabilidad, es indispensable y fundamental crear una ID capaz de probar quiénes somos y si se está interactuando en persona, en línea o en la aplicación.

El mismo informe New Payments Index encontró que el uso de pagos biométricos inspira más confianza entre los consumidores. El entusiasmo respecto al uso de esta tecnología ha ido creciendo en el último año, por la seguridad y comodidad que conllevan.

Por ejemplo, el 42% de los argentinos encuestados, están interesados en usar la verificación biométrica como huellas dactilares o el análisis de la movilidad del consumidor para realizar compras. Adicionalmente, un 69% indicó sentirse má seguro con las tecnologías biométricas, que con la introducción de un PIN para verificar una compra.

Un reporte de McAFee, realizado en colaboración con el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS), concluyó que en 2020 el cibercrimen tuvo un costo para la economía global de un billón de dólares, poco más del 1% del PIB mundial. Esta cifra supuso un incremento de más del 50% con respecto al estudio realizado en 2018.

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