Mientras las micro y pequeñas empresas (MyPEs) de todo el mundo siguen enfrentando el impacto financiero de la pandemia de COVID-19, una cosa queda clara, es fundamental repensar la experiencia de pago virtual o en el punto de venta (POS) para sobrevivir. Visa publicó hoy el estudio Visa Back to Business que evalúa este cambio pronunciado hacia al comercio digital en respuesta a la pandemia, impulsado en gran medida por las expectativas cambiantes de los consumidores que buscan un momento de pago seguro y sin contacto.
Según el estudio en ocho mercados de tanto consumidores como MyPEs, casi ocho de cada diez consumidores en el mundo (78%) cambiaron su forma de pagar para reducir el contacto y más de dos tercios de las MyPEs (67%) han probado una nueva metodología, ya sea lanzar un sitio de comercio electrónico o cambiar su tecnología de POS para seguir operando.
Más de ocho de cada diez MyPEs brasileñas (84%) son optimistas en cuanto al futuro de sus negocios, comparado con el 75% a nivel mundial, y el 78% de los consumidores brasileños está usando menos efectivo o ha dejado de usarlo por completo desde que comenzó la pandemia.
Los consumidores ahora esperan un comercio primordialmente digital, la seguridad primero equivale a pagos sin contacto. En cada mercado encuestado, los pagos sin contacto se han convertido en un diferenciador clave, casi dos tercios de los consumidores se cambiarían a un nuevo negocio que haya instalado opciones de pago sin contacto.
La nueva normalidad equivale a nuevos hábitos, casi cuatro de cada cinco consumidores cambiaron su manera de pagar, lo que incluye comprar en línea siempre que sea posible (49%), usar los pagos sin contacto (48%) y no usar tanto efectivo (46%). Una mayoría de los consumidores usó un nuevo método de compra o pago por primera vez, incluido el 26% que usó “acercar para pagar” para hacer compras en tiendas, comprar alimentos o artículos del hogar en línea, recoger en la acera comida para llevar en restaurantes y comprar en línea para luego recoger en tienda.
A nivel mundial, los propietarios de MyPEs calculan que quedan al menos seis a diez meses difíciles más antes de que su negocio vuelva a operar a plena capacidad. Sus mayores inquietudes inmediatas incluyen la reducción de ingresos (52%), atraer a nuevos clientes (46%) y tener que reducir sueldos o salarios (22%).
Más de un cuarto de las MyPEs hizo publicidades dirigidas en redes sociales o vendió productos o servicios en línea. Otro 20% adoptó los pagos sin contacto, un tercio de las MyPEs indica haber aceptado menos, o haber dejado de aceptar, efectivo desde que comenzó la pandemia de COVID-19. Los millennials propietarios de MyPEs son significativamente más propensos a haber aceptado menos efectivo o haber dejado de aceptarlo, comparado con los propietarios de la generación X y los de la generación de la posguerra.