El Foro Económico Mundial, presentó su informe anual donde los ciberataques forman parte de la lista de riesgos globales que puede causar un impacto negativo significativo en varias industrias (y países), en un lapso de diez años. ESET Latinoamérica, analiza estos riesgos y advierte sobre cómo protegerse.
De acuerdo con la opinión de los más de 750 expertos y responsables de la toma de decisiones a nivel mundial que fueron consultados para la elaboración del informe, a quienes se les solicitó que clasificaran sus mayores preocupaciones en términos de probabilidad e impacto, el 76.1% espera que en 2020 aumenten los ciberataques a infraestructuras y el 75% espera un aumento de los ataques en busca de dinero o datos.
Según el mismo, los ataques cibernéticos se encuentran dentro de los diez principales riesgos que enfrentaremos a nivel global durante 2020, ubicándose en la séptima posición de una lista de riesgos ordenada según probabilidad, mientras que ocupan el octavo puesto en la lista de riesgos según su impacto. A su vez, Los ciberataques son considerados el segundo riesgo más preocupante que enfrentara el mundo de los negocios en los próximos diez años a nivel mundial.
“Las nuevas tecnologías tienen como propósito otorgar diversos beneficios a la población y a los usuarios, algo que han logrado. Incluso han permitido la aparición de nuevos mercados con un gran potencial de crecimiento. Sin embargo, estas ventajas también vienen acompañadas de riesgos casi de manera inherente, por lo que además de oportunidades, también conllevan nuevas amenazas”, menciona Miguel Ángel Mendoza, Especialista en Seguridad Informática del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Según el informe, la inteligencia artificial comienza a mostrar indicios de ciertos peligros, como la manipulación a través de fake news y deepfakes, así como en las interfaces computadora-cerebro y la híper-automatización, es decir, la combinación de la robótica con la Inteligencia Artificial.
Las nuevas tecnologías dependen de infraestructura de alta velocidad, sin embargo, hay déficits significativos en la capacidad de cobertura y de inversiones en telecomunicaciones. El desafío consiste en construir infraestructura moderna, e introducir sistemas que sean seguros y confiables dentro de las capacidades existentes. A su vez, con una mayor cantidad de datos alojados en la nube, las empresas están acumulando cada vez más información personal, lo que crea potenciales riesgos a la privacidad y la seguridad de los datos.
Los ataques cibernéticos adoptan múltiples formas y se extienden al ambiente físico. En este sentido, los ciberataques a infraestructuras críticas comienzan a aparecer con normalidad en industrias como la energética, salud o transporte (del sector público y privado), afectando incluso ciudades enteras.
Asimismo, los ciberdelitos aparecen con mayor frecuencia, perpetrados por grupos cada vez más organizados, con una muy baja probabilidad de ser detectados y enjuiciados, al tiempo que el cibercrimen-as-a-service se mantiene como un modelo de negocio en crecimiento, con herramientas cada vez más fáciles de utilizar y asequibles prácticamente para cualquier persona.
“Desde ESET se apuesta a la educación y concientización como primeras herramientas para disfrutar de la tecnología de manera segura, seguido por protección confiable. Esto aplica tanto para usuarios hogareños como para corporaciones que manejan datos sensibles o aplican tecnología en sus sistemas. En este sentido, es clave aumentar las capacidades de ciberseguridad y reducir el impacto de los ciberataques, empleando procesos innovadores”, concluyó Mendoza.