Latinoamérica: El 50% de las PyMEs de la región son digitales

El mundo de hoy es Internet y la red, conectados de manera consecuente. El ritmo de la transformación digital se ha acelerado, aumentando la superficie de cómo se conectan las empresas, las personas y las cosas.

Brasil está entre las naciones más digitalizadas del mundo, según encuesta realizada por el Centro de Tecnología Aplicada de la Fundação Getulio Vargas, este estudio muestra que ya existen 447 millones de dispositivos digitales de uso doméstico o corporativo en el país.

En el caso de Latinoamérica, la transformación digital sigue avanzando, pues según la consultora IDC, el 50% de las pymes de la región son digitales. En este contexto la confianza digital es esencial, y es lo que permite construir, participar y hacer crecer el mundo conectado en el que se vive ahora.

Es lo que permite a todos tener la confianza de que las actividades en línea ya sean interacciones, transacciones o procesos comerciales, son seguros. Con este crecimiento exponencial de la conectividad, la confianza digital ahora debe integrarse en arquitecturas de TI que son en sí mismas más complejas.

“Los servicios en la nube, las cargas de trabajo híbridas y la convergencia de TI/TO han cambiado la forma de lo que está conectado y lo que no. El trabajo remoto, impulsado por la pandemia, ha aumentado la forma y la forma de acceso y aprovisionamiento corporativo. Y las arquitecturas de red de confianza cero han ampliado materialmente los tipos de cosas que deben autenticarse y protegerse”, afirmó Diana Jovin, vicepresidenta de marketing de productos en DigiCert.

La base de la confianza digital se basa en la autenticación de identidad; la integridad, la seguridad de que un objeto no ha sido manipulado y la encriptación. Estos tres elementos son los que permiten saber que un sitio web es seguro, que un correo electrónico es auténtico o que la firma de un documento es válida.

Estos tres elementos se entregan a través de certificados digitales que vinculan pares de claves criptográficas públicas y privadas a la identidad. Esta infraestructura de clave pública (PKI) ayuda a las organizaciones a establecer una identidad, integridad y encriptación confiables entre personas, sistemas y cosas.

La importancia estratégica de la confianza digital se extiende más allá de la creación y manejo de certificados digitales. Es parte integral de la función de seguridad y riesgos, protegiendo a la empresa de las amenazas de ciberseguridad. Es un componente necesario de la transformación digital, que permite a las empresas transferir procesos críticos en línea y crear nuevas formas de conexión entre organizaciones.

“La confianza digital es esencial para nuestro futuro conectado. Las empresas que están invirtiendo estratégicamente en la confianza digital se están posicionando ahora como administradores de un mundo seguro y conectado”, concluye Diana Jovin, vicepresidenta de marketing de productos en DigiCert.

Fuente: Digicert

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