La proliferación de granjas de criptominería es un fenómeno que ha crecido exponencialmente en el último año, posicionando a la Argentina en el top ten de países que utilizan criptoactivos. Aunque el tema está vigente desde hace diez años, fue durante la pandemia, que muchas personas se volcaron a conocer en profundidad este mundo.
Llevar adelante el proceso de criptominería requiere de la construcción de espacios donde alojar equipos procesadores de alta potencia que, a su vez implica un alto requerimiento energético para funcionar. Según el Índice de Consumo Eléctrico del Bitcoin de la Univ. de Cambridge, la energía total consumida para el proceso de minería equivale al 0,6% de la producción mundial de electricidad.
Habitualmente, estos espacios suelen instalarse en lugares con climas fríos o en ciudades donde la electricidad es económica. Es tan alta la temperatura que alcanzan los equipos mineros, que mantenerlos ventilados y libres de contaminantes resulta indispensable para lograr su correcto funcionamiento y alargar su vida útil.
En este “nuevo mundo” de la criptominería, la ventilación natural forzada, la disipación del calor y la extracción del aire al exterior con filtrado, son procesos claves que se presentan como opciones menos costosas al uso de aires acondicionados que dañan al medio ambiente por su alto consumo de energía eléctrica.
Contar con propuestas que permitan inyectar aire fresco o bien extraer el aire caliente al exterior es importante, ya que asegura una performance óptima de las placas en los equipos y extiende su vida útil. En el mercado existen alternativas pensadas para evacuar el calor de las salas mineras, generando un flujo constante que entregue aire fresco y limpio a los equipos para que éste pueda escapar del espacio, de forma controlada.
“La temperatura a la que se desea tener la sala influye en la cantidad de aire a manejar, ya que a partir de los 30.000 kW, es necesario inyectar entre 12.000 y 15.000 m3 de aire por hora. Otro dato a tener en cuenta es que no todas las zonas geográficas donde se instale la granja tendrán las mismas necesidades. La altura sobre el nivel del mar será clave, ya que la densidad del aire influye en la capacidad frigorífica del mismo”, comenta Joaquín Cirio, Jefe de Aire como Servicio en Casiba
Hoy en Casiba vemos en la criptominería una oportunidad de crecer a partir de nuestro expertise, aprendiendo con cada nuevo desafío y conociendo en profundidad al sector, finaliza Cirio.
Fuente: Casiba