La computación en el borde y la red 5G son dos nuevos temas debido a su enorme potencial de facilitar y aprovechar la transformación digital agilizada por la pandemia. Su expansión es una relación simbiótica; aunque la computación en el borde ha existido por años, su crecimiento se verá afectado en gran medida por la red 5G y, sin duda, esta depende del borde de la red para una adopción exitosa.
Con el fin de satisfacer las necesidades de digitalización, las aplicaciones se están enfocando en ofrecer experiencias cada vez más fluidas, donde la latencia se convierte en un enemigo. En este contexto, la computación en el borde ofrece centros de datos pequeños o microcentros de datos, los cuales ayudan para ofrecer la latencia más baja.
Sin embargo, para que esto sea posible, se necesita una red 5G que ofrezca las características adecuadas de velocidad, ancho de banda y conectividad. En palabras sencillas, la red 5G facilita y amplía el potencial de lo que la computación en el borde hace.
La tendencia es definitiva. De acuerdo con los pronósticos mundiales de IDC, se espera que para 2024, el 50% de la infraestructura mundial se encuentre en el borde de la red. Además, la inversión en el borde de la red está aumentando en Latinoamérica.
De hecho, la firma de consultoría espera que, para 2024, la tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) para la región alcance el 16%, lo cual se traduce en una inversión de $8573 millones.
La implementación de computación en el borde y red 5G en las industrias más dinámicas ya está teniendo interesantes efectos operativos en el mundo, lo cual podría agregar mucho valor al desarrollo de la región latinoamericana.
En términos de fabricación, el borde de la red permite gestionar los crecientes datos de fábrica, sistematizar los procesos de producción e incluso monitorear y controlar las máquinas de forma remota por medio del Internet de las Cosas (IoT). Entre tanto, a nivel del consumidor, el comercio minorista inteligente y la realidad mejorada están cambiando la experiencia de compras por completo.
En lo relacionado con las telecomunicaciones, el potencial es doble. Los operadores de telecomunicaciones son tanto proveedores como usuarios; esto significa que no solo configuran su propia red en el borde, sino que también les ofrecen servicios de borde a sus clientes. Esto lleva a que la topología de la red sea más como un centro de datos que una red de comunicaciones tradicional.
Como muestran los informes de Statista de 2022, Brasil y México son los mercados más optimistas, donde se espera que las conexiones móviles a través de la red 5G alcance un 20% y un 14% para 2025, respectivamente. Para el resto de Latinoamérica, la tasa de penetración es del 12% para ese mismo año.
Por Daniel De Vinatea, Operations and Delivery & Execution Director para Vertiv LATAM