En la última década, las compañías eléctricas de toda Latinoamérica han empezado a implantar la tecnología de redes inteligentes para gestionar más eficazmente su suministro eléctrico. En toda la región, donde muchos proveedores operan en zonas rurales o poco pobladas, el empleo de sistemas de redes inteligentes para garantizar que las industrias y las comunidades reciban una electricidad fiable se ha convertido en algo fundamental.
Las innovadoras redes inteligentes utilizan la automatización en tiempo real y la tecnología IoT para supervisar y controlar las redes eléctricas en tiempo real. Las soluciones basadas en satélites supervisan, gestionan, automatizan y mejoran eficazmente la calidad y la fiabilidad de la energía suministrada a los consumidores a través de la red inteligente, especialmente en zonas remotas, proporcionando una de las soluciones más eficientes a los apagones rurales.
Los esfuerzos por ampliar el alcance de los satélites en Latinoamérica impulsarán, por lo tanto, la conectividad de las redes inteligentes en toda la región y proporcionarán a más personas acceso a conexiones energéticas constantes.
Las tecnologías de conectividad han sustentado las aplicaciones de expansión de la red inteligente durante décadas a través de varias redes, como la radio y la telefonía móvil, que no son óptimas. La radio proporciona una cobertura específica en toda la red, pero los costos de instalación son elevados y limita dónde y cómo se pueden conectar los equipos.
Por otra parte, las tecnologías celulares están diseñadas para los consumidores que utilizan teléfonos inteligentes con grandes cantidades de datos y no pueden proporcionar un servicio eficaz si hay otros usuarios en la zona. Y esto es así, si hay cobertura celular en una zona, lo que en regiones remotas no suele ser el caso.
A diferencia de la radio y la telefonía móvil, el satélite ofrece una opción muy fiable para garantizar una distribución eléctrica eficaz. Elimina los puntos oscuros de la cobertura de una manera rentable, al mismo tiempo que funciona como un sistema de comunicaciones de respaldo altamente fiable cuando las redes de conectividad terrestre fallan.
Los reconectadores automatizados centralizados son, sin duda, la aplicación más importante de la red inteligente, ya que permiten a las empresas de servicios públicos detectar e interrumpir las corrientes en caso de fallo, dándoles las herramientas para reconfigurar automáticamente las redes para restablecer el suministro. De este modo se mantiene la máxima continuidad del servicio y se minimizan los cortes.
Cemig, tiene 83 centrales eléctricas en 22 estados brasileños y el Distrito Federal. Uno de sus problemas más difíciles era mejorar el rendimiento de la conectividad celular en las zonas remotas de Minas Gerais. Las terminales de satélite de Inmarsat permitieron a la empresa conectar el 98% de sus reconectadores (frente al 90%) a una red de satélite de banda L de gran fiabilidad, garantizando así que los clientes recibieran un servicio más satisfactorio.
Los proveedores de servicios públicos de Latinoamérica ya no pueden descuidar las capacidades de las redes inteligentes de las zonas remotas. Los avances en las comunicaciones por satélite les permiten superar los retos de conectividad mientras disfrutan de las ventajas de la fiabilidad, la seguridad, la facilidad de despliegue y el alcance de la red.
Por Steven Tompkins, Director de Desarrollo de Mercado de Inmarsat Enterprise
