Los primeros meses de la pandemia de COVID-19 en Brasil impactaron al sector de telecomunicaciones móviles en la forma de desconexiones móviles. De acuerdo con estadísticas de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones, a partir de julio de 2020 se observó una recuperación de las líneas móviles y una consolidación de Long Term Evolution (LTE) como la tecnología móvil predominante en el país.
Para marzo de 2021 la ANATEL registró 240,9 millones de accesos móviles, un incremento interanual de 6%. En Brasil, la cantidad de accesos móviles estaba en descenso desde 2015, alcanzando su punto más bajo durante el primer semestre de 2020, pero la digitalización de las actividades ha sido un factor para la recuperación de las líneas móviles, particularmente las de banda ancha móvil.
Este crecimiento fue acompañado por una mayor adopción de LTE con respecto a otras tecnologías. En marzo de 2021 se contabilizaron 183,7 millones de accesos LTE, 15% más que en marzo de 2020. Los accesos 3G y 2G tuvieron variaciones negativas, en marzo de 2021 esas tecnologías sumaron 31,7 millones y 26,6 millones de accesos respectivamente, que implican reducciones de 18% y 8%.
Así, en marzo de 2021 las líneas LTE eran el 76% del total, las 3G el 13% y las 2G el 11%. Un año antes, esa distribución era de casi 70% de accesos LTE, 17% 3G y 13% 2G. De acuerdo con la ANATEL, durante la pandemia los usuarios han buscado planes más económicos y esquemas que les permitan mayor control sobre sus consumos.
Esto ha contribuido a un cambio en la participación de planes de prepago y pospago y para marzo de 2021 el pospago se convirtió en la modalidad predominante, agrupando casi el 52% de los accesos. Un año antes, esa cifra era de 49,5%.