Actualmente, hay casi 5 mil millones de usuarios activos de Internet en todo el mundo, eso es poco más del 60% de la población total global. Pero ese número palidece en comparación con los 15 mil millones de dispositivos IoT esperados este año y los 29 mil millones proyectados para 2030.
A medida que aumenta la cantidad de dispositivos IoT a nivel mundial, también lo hacen sus vulnerabilidades. Los dispositivos de Internet de las cosas son superficies de ataque y son vulnerables a las amenazas cibernéticas de la red, como el robo de datos, el phishing, la suplantación de identidad y los ataques de denegación de servicio.
Dado que los dispositivos IoT son predominantemente remotos, actualizar el software y el firmware es un desafío constante. Muchos permanecen sin control y gestionados de forma inadecuada. Esta falta de visibilidad del estado del dispositivo puede impedir que las organizaciones detecten o incluso respondan a amenazas potenciales.
Antes de comprar o implementar dispositivos IoT, es importante comprender sus limitaciones de seguridad, ya que pocos fabricantes brindan medidas de seguridad sólidas. Un nuevo requisito de estandarización implementado recientemente para IoT puede promover una mayor adherencia de los proveedores a la provisión de mayores protocolos de seguridad.
La falta de mejores prácticas de seguridad para estos dispositivos crea un riesgo para el ecosistema de IoT. Sin embargo, con una solución de administración de identidad adecuada, las organizaciones pueden crear fácilmente un ecosistema consciente de la identidad que mapee los dispositivos IoT con identidades. Esto permite a las organizaciones aprovechar la identidad para hacer cumplir la seguridad de acceso con seguimiento de datos auditables.
La identidad del dispositivo IoT es un componente de seguridad fundamental para proteger el ecosistema IoT. El aprovisionamiento y la gestión de las identidades de los dispositivos a lo largo de todo su ciclo de vida ayudan a protegerse frente a las amenazas de ciberseguridad.
Para garantizar un ecosistema seguro, cada dispositivo IoT debe tener una identidad única. Esto garantizará una autenticación adecuada cuando un dispositivo se conecte y una comunicación cifrada confiable entre otros dispositivos, servicios y aplicaciones.
Por Luiza Dias, Directora Presidente de GlobalSign Brasil