Sin duda el 2021 será un año desafiante ya que las prioridades de las empresas se verán impactadas por factores externos, tal es el caso del confinamiento por el COVID-19. El 2020 fue un año crucial para las empresas ya que tuvieron que adaptarse rápidamente a un nuevo entorno, utilizar la tecnología para transformar y personalizar las experiencias y necesidades, mejorar los resultados de negocio y optimizar las operaciones y los costos.
El confinamiento fue el detonante hacia un mundo remoto y móvil, nos obligó a digitalizarnos de manera acelerada y la tecnología se convirtió en un aliado indispensable. Mucho hemos oído sobre la transformación digital, la nube, banca móvil, tecnología biométrica, 5G, pero lo que no teníamos muy claro es qué tan rápido llegarían a nuestras vidas y los retos que se presentarían.
Ante este panorama, los profesionales de TI seguirán invirtiendo y reforzando la seguridad de sus plataformas para ofrecer un servicio seguro. Tan sólo en América Latina, el 59% de las organizaciones esperan aumentar su presupuesto de ciberseguridad en los próximos 3 años.
Al continuar con el trabajo remoto, las capacidades de identidad digital se convertirán en el gran igualador en la lucha contra el fraude. Los servicios financieros, la salud, el gobierno, la tecnología móvil y otros sectores necesitarán construir y mantener la confianza, mientras la amenaza de la filtración de datos continúa aumentando y las exigencias de cumplimiento con las reglamentaciones se vuelven más estrictas.
Los consumidores seguirán creando conciencia sobre la importancia a su derecho a la privacidad. Las empresas aprovecharán las tecnologías de descubrimiento y protección de datos, tales como el cifrado, para blindar la información sensible y protegerse contra la ciberdelincuencia.
Como es muy común, los ciberdelincuentes aprovechan cualquier tipo de situación para poder atacar. Mientras el mundo entero se enfrentaba a una pandemia, la ciberdelincuencia aumentó de forma alarmante, paralizando los organismos públicos, las escuelas y las empresas. Desafortunadamente, una de las mayores amenazas de este nuevo año será devastadora, las Naciones Unidas estima que el delito cibernético organizado costará a la economía global alrededor de $5.2 billones entre este año y el 2025.
Sin lugar a duda el 2020 nos tomó a todos por sorpresa, sin embargo, hay algo que siempre estuvo claro, la innovación continuó prosperando y esto ayudó a acelerar la adopción tecnológica. Será un 2021 emocionante, y definitivamente decisivo para ver cómo la seguridad cibernética expande sus límites y las áreas tecnológicas que venimos monitoreando desde hace un tiempo, todo finalmente empieza a tomar forma.
Por Roman Baudrit, Vicepresidente de Ventas para Latinoamérica de Protección de Datos para Thales