La tecnología atraviesa cada uno de los aspectos de la vida moderna de los seres humanos socialmente integrados. Ya sea para mantenernos informados, comunicarnos, socializar o para realizar algún pago, todos en algún momento hemos entregado y recibido información de la red.
Ante esta premisa, hay quienes afirman que transitamos por la quinta revolución industrial y sostienen que el empoderamiento humano deja las tareas repetitivas a los robots, trabajo colaborativo de estos, rapidez y calidad o la manufacturación personalizada.
José Luis Córica, Decano de la Broward International University (BIU), menciona que, sin una tecnología disruptiva, no hay una revolución nueva. La quinta revolución industrial tiene dos prospectos serios que van mucho más allá: La interfase cerebro internet y la computación cuántica.
“Hoy, nuestra red de cerebros humanos se comunica a través de internet, con un conjunto de canales multimediales enormes que permiten la descarga e interpretación de grandes volúmenes de información, principalmente a través de la vista y el oído”, señala Córica.
Sin embargo, el flujo de información desde el cerebro hasta la internet se realiza aún con una velocidad moderada, la del teclado con la computadora, ambos pulgares en la pantalla del celular, o por el texto hablado (speech recognition).
La quinta revolución industrial puede que llegue cuando se haya solucionado la interfase cerebro máquina. Cuando sea por implantación de dispositivos, o por tecnologías de conectividad externa como los cascos, microelectrodos, o dispositivos vestibles. Es interesante imaginar a todas las personas capaces de acceder al internet con el pensamiento.
Por su parte, la computación cuántica aplicada a la ciencia de los datos y de la inteligencia artificial se encuentra limitada por el poder de procesamiento de las computadoras. La enorme potencia de los cluster de cálculo se comporta, sin embargo, hay una limitación tecnológica a la hora de resolver problemas en tiempo real.
No se sabe a ciencia cierta aún qué tecnología disruptiva será vista en el futuro como la que hizo nacer una nueva revolución industrial. Hoy, se presentan como emergentes la computación cuántica y la interfase cerebro-internet. Quizás sea otra que aún no se asoma en el horizonte.
Fuente: BIU University