El metaverso es una palabra en auge en la industria de la tecnología desde que el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, anunció planes para invertir USD 10 mil millones para ayudar a crearlo. El metaverso es la convergencia del mundo digital y físico.
“Este concepto abre un mundo de oportunidades para que los usuarios prueben diversas actividades, desde viajar, comprar, probarse ropa y asistir a conciertos virtuales. A medida que la idea toma un lugar central, crece la familiaridad con las criptomonedas y las capacidades financieras digitales”, afirma Noelia Miranda, IT Channel Manager South America.
La realidad virtual es parte fundamental del metaverso, pues es ahí donde converge la tecnología con los usuarios y en donde se espera respuesta en tiempo real. Según un estudio realizado por Globant, aunque el 73% de las personas cree que el metaverso es accesible para ellos, solo el 26% lo ha experimentado.
Por ello, es necesario tener una tecnología que soporte la gran cantidad de datos que se genera a partir de este metaverso, además que permita ahondar en el cuidado y seguridad de los mismos y que sea eficiente y sostenible.
Por supuesto, este mundo es persistente y comprende grandes cantidades de información. Conectarse a esta realidad digital requiere una velocidad en línea rápida y confiable. El 5G puede brindar el ancho de banda adecuado para admitir la conexión de los usuarios al metaverso y si bien puede administrar la interoperabilidad, la latencia puede ser una preocupación importante.
Con el paso acelerado de la digitalización y automatización en las empresas, muchas de ellas han empezado a implementar tecnologías como el Edge Computing, ya que se requiere para crear y transmitir grandes contenidos digitales en tiempo real. Esta tecnología tiene como objetivo acercar las aplicaciones y los datos, en tiempo real, a los usuarios.
En este contexto, la tendencia del metaverso impulsará la adopción de Edge Computing, ya que es una infraestructura clave que impulsará su evolución, brindando todo su potencial y facilitando a los proveedores escalar sus ofertas de manera sostenible.
El volumen de intercambio de datos, el ancho de banda y las operaciones continuas del centro de datos para mantener las experiencias de los usuarios sin problemas provocarán una mayor liberación de calor y uso de energía.
Aprovechar la infraestructura existente puede ayudar a reducir la formación de centros de datos nuevos y más grandes que pueden agregar una carga al medio ambiente. Si la pandemia provocó tal aumento, con lo cual, la realización de este mundo virtual que culmine con nuestras funciones cotidianas requerirá un poder de supercomputación y centros de datos que funcionen con Edge Computing.
A medida que las empresas avanzan hacia el metaverso y encargan más centros de datos para respaldar su oferta individual y trabajar con el resto del ecosistema, deben trabajar con expertos para organizar y priorizar la sostenibilidad del centro de datos.
Fuente: Schneider Electric