La crisis del coronavirus y la pandemia dispararon el uso de plataformas online y obligaron a las empresas a acelerar su digitalización. Un proceso que, sin embargo, se ha producido de una manera acelerada y en que entran en juego otras cuestiones como la seguridad de los internautas.
Tal es así, que los fraudes con tarjetas de crédito online se han incrementado un 45%. Pero ¿cuáles son nuestras principales actitudes de riesgo? El primero de estos riesgos tiene que ver con las contraseñas, así y a pesar de que son la principal barrera de seguridad de nuestras cuentas, hasta el 89% de los encuestados por la plataforma ignora cómo crear password segura.
Otro fallo frecuente es utilizar la misma clave para distintos servicios, algo que hacen más de la mitad de los encuestados. Incluso encontramos que el 13% emplea una sola para todos los servicios. También es frecuente no cambiarlas jamás. En concreto, 4 de cada 5 no la cambian casi nunca y solo el 20% lo hace al menos cada seis meses.
Más allá de la contraseña, encontramos el no actualizar regularmente los equipos, no conectarse a través de una red segura, no actualizar el antivirus, no activar la autenticación en dos pasos de los servicios que usan, no cambiar la contraseña de su wifi, etcétera. ¿El resultado? Que más de la mitad se ha visto afectado por un virus informático.
Algo que no solo hacen en su ámbito personal, sino también en el trabajo, especialmente con la implementación del teletrabajo tras la llegada de la pandemia, y que acaba derivando en robo de información y otros problemas en el ámbito empresarial. De hecho, este último año de pandemia los ciberataques se han disparado un 200%.
Ante estos casos, se recomienda limitar el uso de contraseñas comunes también es importante. Esto es evitar el 12345678, no introducir nuestra fecha de nacimiento o nombre y otras prácticas similares. Otra recomendación es evitar guardar las contraseñas en los diferentes servicios y webs, y ocultar las contraseñas escritas.
En estos casos lo más recomendable es cambiar la contraseña en la plataforma afectada pero también en aquellas otras en las que utilizáramos la misma clave (algo que, como hemos visto, es habitual). Acto seguido deberíamos comprobar posibles accesos a nuestras cuentas.