Según un estudio que realizaron en conjunto IDC e Infobip, para 2023, aquellas empresas que sepan destacarse en términos de empatía y de seguridad, superarán en un 40% a aquellas que no lo hagan.
La seguridad es una preocupación creciente entre los consumidores. De hecho, el 68% de los usuarios temen ser víctimas de fraude y un 38% no se sienten cómodos entregando sus datos personales o financieros al momento de registrarse en un portal o plataforma.
La búsqueda de la expansión digital es una constante en las empresas que pretenden implementar la omnicanalidad en sus estrategias, sin embargo, la preocupación por la seguridad también debe ser una prioridad.
Cualquier plan de transformación digital debe incluir también una mirada muy atenta a la ciberseguridad. Los desafíos crecen a medida que los ciberdelincuentes continúan creando nuevas formas de ataques, que pueden dañar a las empresas más allá del aspecto financiero.
Una encuesta reciente realizada por KPMG en América Latina presentó datos sobre el fraude digital, en los que se destaca que el 52% de los ataques digitales tienen como objetivo robar, o robar activos, el 49% tiene como objetivo manipular documentos y el 24% tiene como objetivo filtrar o violar datos.
Un dato interesante es que el 86% de los empresarios encuestados afirman que el trabajo a distancia ha afectado negativamente al menos un elemento de los programas de prevención del fraude, cumplimiento o ciberseguridad de la empresa.
La estructura de seguridad de cualquier compañía requiere un mayor cuidado y atención cuando se desarrollan procesos de transformación digital y omnicanalidad, ya que se trata de instancias en las que la empresa adapta y modifica sus sistemas.
¿Cómo implementar una seguridad integrada en su empresa? No todos los datos necesitan el mismo nivel de protección. Saber cuáles son y tratarlos en consecuencia puede ayudar a prevenir problemas graves con ataques de piratas informáticos, como la filtración de datos de clientes o socios comerciales.
Por otra parte, las soluciones de autenticación son importantes para evitar que los usuarios internos o externos sean víctimas del phishing, una estrategia de ataque con enlaces falsos que imitan el lenguaje de la empresa para robar datos de acceso. La doble autenticación mediante token, por ejemplo, es una de las estrategias necesarias para un sistema de inicio de sesión seguro.
En un viaje de transformación omnicanal, es imperativo que los empleados estén capacitados para que reconozcan el lenguaje de la marca y el trato con los clientes. Esta formación debe incluir nociones de seguridad para que los fraudes sean reconocidos y tratados de forma coherente, haciendo que la ciberseguridad sea parte de la cultura de la empresa y no solo de áreas específicas.
Por Giovanna Dominiquini, Regional Manager para América del Sur de Infobip