La economía global afronta 2017 con incertidumbre: el auge del proteccionismo, la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, los populismos, las negociaciones del Brexit y la desaceleración de la demanda china marcarán la agenda del año que viene. China, que crecerá un 6,7% este año, por debajo del promedio del 9,9% que se anotó entre 2008 y 2015 -coincidiendo son el llamado superciclo de las materias primas-, es el principal destino de las exportaciones de commodities de Uruguay, Brasil, Chile y Perú.
Aunque todavía es pronto para saber cómo afectarán todos estos fenómenos a América Latina, lo cierto es que la región afronta 2017 con optimismo. La economía crecerá en el entorno del 1,5% gracias, sobre todo, al empuje de las dos grandes economías de la zona, Brasil y Argentina, que saldrán finalmente de la crisis y dejarán de lastrar el promedio regional. Este es el panorama previsto para las principales economías de América Latina de cara al año nuevo.
La economía brasileña representa un tercio de todo el Producto Interior Bruto (PIB) de América Latina. Los pronósticos apuntan a que la prolongada recesión que ha sufrido en los últimos años (en 2016 la economía se contraerá un 3,3%) concluirá el año que viene, cuando la economía se expandirá en torno a un tímido 0,5%, según Cepal y una décima más según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI). BBVA Research es algo más optimista y vaticina un incremento del PIB que llegará, probablemente, hasta el 0,9%. Los expertos creen que las reformas emprendidas por el Gobierno de Michel Temer serán fundamentales a la hora de acelerar la salida de la crisis del país. Una de las principales, la imposición de un tope al gasto fiscal, ya está aprobada por parte del Congreso, aunque falta que el Senado otorgue su visto bueno a la reforma. La reciente destitución del presidente de la Cámara por parte del Tribunal Supremo podría aplazar, sin embargo, esa relevante votación.
El país sudamericano Argentina, dará el año que viene un salto de gigantes. Según el FMI, la economía argentina cerrará 2016 registrando un retroceso del 1,8%. Para el año que viene, sin embargo, los pronósticos auguran un avance que alcanzaría un 2,7%, según el FMI y un 2,5% en opinión de Cepal. En todo caso, supone para Argentina no sólo salir de la crisis sino afianzar las políticas económicas aperturistas puestas en marcha por el Gobierno de Mauricio Macri, que está haciendo especial hincapié en convertir nuevamente a Argentina en un destino atractivo para la inversión extranjera.
