La IA y el open commerce reescriben el destino de las pymes

Seis de cada diez consumidores ya realizan al menos una compra digital al mes, y el e-commerce mostró un crecimiento en la facturación del 181 %, muy por encima de la inflación interanual.

En los márgenes del comercio global, donde la tecnología suele llegar tarde y las oportunidades se reparten con desigualdad, las pymes siguen siendo el músculo silencioso de las economías emergentes.

En países como Argentina, el comercio minorista de bienes de consumo masivo se sostiene sobre una red de pequeños negocios: kioscos, autoservicios, despensas barriales y supermercados de cercanía. Este ecosistema, que representa la mayor parte de la oferta minorista, opera con procesos obsoletos, sin digitalización, sin visibilidad en la cadena de suministro y con una dependencia casi total del efectivo y el lápiz y papel.

Según datos de Statista, estos productos generan el 63,8 % de los ingresos minoristas a nivel global, y en Argentina son comercializados principalmente por pequeños comercios que enfrentan serias limitaciones para competir.

En Argentina, más de medio millón de nuevos compradores se sumaron al canal online en 2024, según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE). Seis de cada diez consumidores ya realizan al menos una compra digital al mes, y el e-commerce mostró un crecimiento en la facturación del 181 %, muy por encima de la inflación interanual.

Según el Estudio Anual 2024 de CACE, el número de unidades vendidas superó los 504 millones, y el ticket promedio fue de $92.341, un 176 % arriba respecto al año anterior. A pesar de este volumen, gran parte del comercio de bienes de consumo todavía depende de procesos tradicionales fuera de línea, donde las transacciones en efectivo, la gestión manual de inventario y la falta de visibilidad en toda la cadena de suministro son comunes.

En este contexto, el concepto de open commerce emerge como una alternativa transformadora. No se trata de una plataforma más, sino de una filosofía que busca abrir el acceso a herramientas digitales, descentralizar el poder y permitir que los pequeños jugadores compitan en igualdad de condiciones.

“El open commerce propone digitalizar las cadenas de suministro existentes en lugar de reemplazarlas, y estructurar un ecosistema que escale desde la base, generando mayor poder de compra para los pequeños comercios. La idea es simple pero poderosa: ofrecer mejores precios mediante mayor competencia”, asegura Martín Pilossof, cofundador de Prometheo.

Prometheo se conecta con los canales donde los clientes ya están —WhatsApp, Instagram, tiendas online— y responde en tiempo real utilizando toda la información del negocio. La IA no solo atiende, sino que vende, clasifica leads, prioriza oportunidades y permite que los equipos humanos se enfoquen en lo que realmente importa.

La IA, en este marco, no es un lujo ni una promesa futurista. Es la herramienta que puede hacer posible esa transformación. “La IA está al alcance de todos. Implementarla no requiere inversión millonaria ni conocimientos técnicos”, suma Pilossof.

Fuente: Prometheo

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