El mundo cambia y no espera, y en la esfera de los negocios, no acompañar esos cambios puede resultar en una pérdida de competitividad y posicionamiento. Con el advenimiento de internet, y más aún de las tecnologías digitales aplicadas a la telefonía móvil, se ha modificado profundamente tanto las formas en las que un producto se produce y se vende como también la de su consumo y valoración por parte del usuario, y por ende en la forma de relacionamiento entre ambas partes de la ecuación.
Aún así, lo que parecería ser un camino obligado para las empresas, muchas veces no es transitado por los miedos que existen a enfrentarse a esta transformación digital que avanza a pasos agigantados a nivel mundial.
“Existen muchas razones por las que una empresa no se anima a transformarse digitalmente. Lo primero que hay que entender es que este proceso es mucho más que modernizar un sistema o contratar o poner a punto un hardware o un software, es una transformación cultural, un cambio de cabeza desde la dirigencia hacia todos los puntos de una organización”, señalan desde Tecso.
A medida que aparecen nuevas tecnologías, las organizaciones tienen una oportunidad de crear nuevas unidades de negocios, de mejorar sus procesos y estrategias de negocios, servicios y productos, para generar un diferencial que implemente esta transformación digital. Las organizaciones necesitan así superar algunos miedos para ponerse al día y potenciar sus productos y servicios.
Capacitarse es fundamental y debe ser un ejercicio continuo para mantener nuestro trabajo lo más actualizado posible, son ellos los que saben lo que se hace bien y lo que se puede mejorar. En este punto es clave encontrar un partner tecnológico para llevar adelante el proceso de transformación digital.
Es natural que innovar genere miedo, porque nos enfrentamos a nuevos y desconocidos desafíos, pero innovar no significa solamente la creación de un producto disruptivo, sino que también hace referencia a pequeños cambios que puedan generar valor agregado dentro de la organización o en los productos o servicios que ofrece. Darse cuenta a tiempo que el mercado cambia, y a veces muy rápido es bueno para poder reaccionar y no perder campo de acción ni conexión con los clientes.
También es necesario tener en cuenta que existe una traba generacional, un acostumbramiento a hacer las cosas de una determinada manera. El cambio de lo físico a lo digital genera incomodidad, duda, temor y desconfianza, especialmente en aquellos líderes que no son nativos digitales.
Basta analizar la cantidad de cambios en nuestros hábitos y conductas que trajo la aparición de internet para darnos cuenta que es necesario también aplicar esa transformación en nuestra organización y al mismo tiempo ver con la naturalidad con la que los jóvenes se desenvuelven con la tecnología.
Es muy frecuente escuchar este argumento, y también es real que implementar tecnología tiene un costo de inversión, por lo que es imperativo dejar de pensarla como un gasto, ya que en poco tiempo ofrecerá, en la mayoría de los casos, de un gran recupero.
Por supuesto, no hay una única respuesta, ni un único sistema que se adapte a la multiplicidad de necesidades de una empresa u organización. Existen tecnologías para distintos momentos y el tipo de negocio en cuestión.
La clave es focalizar en tu negocio, analizar tus necesidades, buscar e investigar, pedir ayuda y desarrollar de acuerdo a ese análisis de situación. Seguramente es necesario descubrir y comenzar un trabajo mancomunado con un partner tecnológico que ayude a interpretar, analizar y desarrollar las herramientas necesarias para fortalecer y potenciar la transformación de la empresa.
Por Ignacio Sanseovich, Director de Tecso.