Los análisis del mercado financiero indican que las transacciones por tarjeta de crédito llegarán a 55% a nivel mundial en 2020 y los pagos móviles a 148 mil millones de euros para 2021, siendo evidente que en esta evolución son las nuevas generaciones, como los millennials, los que están determinando las nuevas formas en que se relacionan con las instituciones.
“Los nuevos consumidores están hiperconectados, no conciben el mundo sin internet y consideran el smartphone como una extensión corporal. Si consideramos esto y le sumamos la desconfianza en las empresas, se puede inferir que demandan servicios digitales más estables, seguros, transparentes e interoperables y, en particular con las entidades financieras, les obligan a tener conversaciones mucho más fluidas y a través de diversos canales: físicos, móviles y digitales”, sostiene Patricio Vega, especialista en medios de pago de Wordline.
Son seis las principales demandas de los nuevos consumidores y que se espera generen un impacto positivo en la oferta financiera de los próximos años. En primer lugar aceptación, la seguridad que mi método de pago siempre será aceptado en todas partes, por todos los comercios; simplicidad, los pagos deben ser convenientes, sin fricción y no demasiado complejos; seguridad y confianza, protección de la información personal y el acceso a la cuenta; velocidad, el proceso para hacer el pago no debería determe; predictibilidad, los pagos deberían funcionar igual en todos lados; estar en control, poder elegir cómo pagar y mantener el control de pagos y datos, administrar credenciales, límites, canales, comerciantes y destinatarios”.
“Como especialistas en la industria de pagos y servicios transaccionales, con casi 45 años de experiencia y entrega servicios de nueva generación, estamos convencidos que el uso de nuevas tecnologías es clave para apoyar y contribuir al éxito de todos los negocios y servicios administrativos en un mercado en constante evolución”, concluye Vega.