México: La tendencia a la reducción de precios en servicios móviles

Uno de los beneficios que más han difundido las autoridades sectoriales y regulatorias en México después de la aprobación de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones es la reducción en los precios de la telefonía móvil.

En los primeros cuatro años de la reforma, de abril de 2013 a marzo de 2017, el índice de precios de telefonía móvil disminuyó 40.85%. La autoridad atribuye esta caída en los precios a la reforma misma, las medidas regulatorias, la declaratoria de preponderancia en el sector de las telecomunicaciones, el nuevo entorno competitivo con la entrada de AT&T al mercado inalámbrico mexicano y la llamada “tarifa cero” de interconexión.

Los usuarios de telefonía móvil en México se han beneficiado de estas reducciones en las tarifas desde que se aprobaron la reforma constitucional, la ley secundaria y entró en vigor de declaratoria de preponderancia, entre otras medidas asimétricas

Sin embargo, un análisis de la secuencia histórica del Índice de precios de telefonía móvil obliga a una reflexión más ponderada y a un diagnóstico menos triunfalista que otorgue todo el mérito a esas medidas. Y es que de enero de 2011 a marzo de 2013, es decir, el periodo de 49 meses previo a la reforma constitucional, el índice de precios de telefonía móvil descendió 38.97%.

Lo anterior significa que el descenso en las tarifas de telefonía móvil no es resultado exclusivo de la reforma constitucional de 2013 sino más bien una tendencia histórica. Durante los tres años previos a la aprobación de la reforma el descenso en los precios fue similar al de los cuatro años siguientes, pero sin todo el aparato legal y regulatorio implementado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

Las transformaciones recientes del sector de las telecomunicaciones, la innovación tecnológica, la proliferación de nuevos servicios, la flexibilidad de planes de contratación, el surgimiento de nuevos competidores y la propia dinámica competitiva han influido para que el precio del servicio de telefonía móvil haya descendido como se aprecia en la gráfica. En siete años el descenso real en el precio de la telefonía móvil ha sido de casi 80%.

Durante 2010 el Banco de México llevó a cabo el cambio de base, canasta y ponderadores del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), el cual se aplicó a partir de la primera quincena de enero de 2011. A partir de la actualización se incorporó el servicio de telefonía móvil como un nuevo producto genérico. En la canasta anterior, previa a 2011, la telefonía móvil estaba considerada como un producto específico dentro del genérico de telefonía fija.

Los precios de las tarifas de telefonía se obtienen de las diferentes empresas que prestan el servicio. El índice debe conservar la representatividad y confiabilidad necesarias para reflejar el comportamiento de los precios del servicio de telefonía móvil, tomando en cuenta las diferentes tarifas, planes y servicios adquiridos (voz, SMS y datos).

Si invertimos el análisis, cabe preguntarse ¿hasta qué punto el paquete regulatorio impidió que la disminución de tarifas fuera incluso mayor? La baja de tarifas trae aparejado un beneficio político, pero ¿beneficia a la industria? ¿Tarifas tan reducidas favorece a un sector de las telecomunicaciones con altos requerimientos de inversión intensiva en capital y capacidad de innovación? ¿La reducción de tarifas es realmente positiva? ¿Dónde está el estudio del IFT que plantee el límite saludable de una acelerada baja en las tarifas? ¿Dónde empieza la guerra de precios? ¿Qué medidas regulatorias y de promoción de la competencia permitirían servicios aún más económicos para el consumidor final pero con mayores retornos para los operadores? ¿Un regulador puede permanecer impávido ante un fenómeno que sale de su control?

Un precio demasiado bajo termina provocando escasez: escasez de innovación, de velocidad de navegación, de planes comerciales, de promociones, de redes sociales incluidas, de minutos incluidos en los paquetes, de Internet “ilimitado”.

Ahora que las autoridades sectoriales y regulatorias saben que la reducción en el índice de precios de telefonía móvil no es resultado exclusivo de su intervención legal, sino resultado de la dinámica competitiva y la rápida transformación del sector de las telecomunicaciones, ¿qué piensan hacer para que esa tendencia se mantenga en beneficio tanto de consumidores como de operadores, y sobre todo que impacte a otros servicios que no sólo no han bajado sino que se han incrementado, como la TV de paga? El siguiente paso es promover la competencia convergente para que comiencen a bajar de precio los paquetes triple y cuádruple play y no sólo algunos servicios.

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