Desde Argencon destacamos la importancia de que el desarrollo de la Economía del Conocimiento en Argentina sea una tarea estratégicamente concebida y coordinada entre el sector público y el privado. Así ocurre en los países que mejor desempeño tienen en el mundo y que dominan el mercado global de las disciplinas digitales, algunos de los cuales recientemente crearon ministerios específicos para impulsar su crecimiento.
En tal sentido, consideramos indispensable que en los programas de gobierno de los diferentes candidatos se evalúe la creación de una Secretaría de Economía del Conocimiento dentro de la estructura del Ministerio de Producción y/o Economía. Esta Secretaría debería abordar la estrategia de desarrollo productivo, incluyendo en su agenda ejes clave como la vinculación tecnológica con el sistema científico, la promoción de la innovación y del ecosistema emprendedor, y el desarrollo de talento tecnológico, con especial atención a la formación en habilidades STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
En este marco, la Secretaría de Economía de Conocimiento debería recibir la delegación de las tareas de Autoridad de Aplicación que la Ley 27.506 recientemente aprobada confiere al Ministerio de Producción, y las funciones derivadas de la dirección del FONDCE creado por la Ley de Emprendedores 27.349.
Entendemos que la creación de esta Secretaría facilitaría el tratamiento de los temas contemplados por la Ley, que presentan un comportamiento cada vez más dinámico, diverso y transversal a toda la economía y, a su vez, son críticos para el crecimiento de la próxima década. En países líderes el crecimiento de los servicios basados en conocimiento triplica el ritmo promedio del resto de la economía. Por sus características y naturaleza este sector es un activo generador de empleo calificado, habiendo creado en Argentina más de 200 mil nuevos puestos de trabajo registrados y otros tantos independientes en este siglo, y con expectativas de generar más de 200 mil nuevos empleos en la próxima década.
Los servicios basados en conocimiento representan el 8% de las exportaciones nacionales (más de U$S 6 mil millones), son el tercer rubro exportador en 2018 y ocupan el 7% del trabajo registrado, lo que convierte al sector en el segmento económico de mayor crecimiento de las dos últimas décadas.