El mundo 5G no se sostiene sólo por radio bases y espectro

El silogismo es sencillo: si no hay infraestructura, no hay derechos fundamentales, no hay desarrollo, no se combate la pobreza, no hay telecomunicaciones, no hay TIC, no hay economía digital, no hay bienestar digital, señala Jorge Fernando Negrete P.

El vacío digital en 2019 pasará a la historia como uno de los años de menor inversión en el sector de telecomunicaciones y del sector TIC. El gobierno federal tomó la decisión de suspender el presupuesto dedicado a la compra de equipo de cómputo, servicios informáticos y ciberseguridad. El sector de telecomunicaciones, por primera vez en varios años, dejó de crecer en un trimestre.

Los operadores de telecomunicaciones AT&T, Movistar y América Móvil disminuyeron sus inversiones en infraestructura y el IFT privilegió la prudencia regulatoria frente a un nuevo gobierno sin visión ni agenda digital.

Los dos pies de la transformación digital del país, TIC y telecom fueron frenados. El entusiasmo del gobierno federal privilegió una medida tan incuestionable por su buena fe, como ingenua en su planteamiento. Me refiero a la empresa CFE -Telecomunicaciones e Internet para todos, que con 1000 millones de pesos y sin un plan estratégico pretende abatir la brecha digital, de la mano de Altán, la otra parte fallida de la historia. Dos gobiernos tropiezan con la misma piedra y reinciden en sustituir, en vez de estimular la inversión.

Movistar. Drenar sangre para subsistir. La sangre del sector telecom es el espectro radioeléctrico, pero Movistar lo devolverá por razones económicas. El espectro radioeléctrico en México es muy caro y debe mejorar su perfil financiero, sanear finanzas y concentrarse en mercados que sean rentables. Ya separó sus torres en Telxius y vendió sus datacenters. Una retirada del modelo de competencia por infraestructura. Sus indicadores de inversión se eliminarán poco a poco del banco de información del IFT. Menos infraestructura digital.

Separación funcional de Telmex. 15 años lleva la separación funcional de OpenReach de su matriz, British Telecom, y la única lección obtenida es un desastre. Los peores niveles de conectividad en Europa. El gobierno ingles asumió el pasivo laboral de esa empresa, lo mismo sucedió en la separación estructural de Telecom de Italia. El gobierno colombiano capitalizó a Colombia Telecomunicaciones (Movistar) por el pasivo laboral, al ser socio de la misma. En México, la separación y la regulación denominada preponderancia, han destruido la inversión de Telmex, tiene una hemorragia de pérdidas, un modelo de negocio sin estímulos, vende debajo de costo, sin ingresos convergentes y tiene como espada de Damocles los derechos laborales del sindicato. A pesar de ello, ese pasivo no ha impactado en las tarifas al usuario y son de las más bajas en América Latina. Si no está roto, no lo arregles. Menos infraestructura digital.

El Estado 5G. La transformación digital del Estado mexicano pasa por la creación de nueva infraestructura, robusta y compleja. El mundo 5G no se sostiene sólo por radio bases y espectro, tiene nuevos pilares: WiFi6, Cómputo al borde, nube, supercómputo, virtualización de red y miles de kilómetros más de fibra. Los contenidos y servicios TIC se fusionan intrínsecamente a la red y ofrecerán servicios nuevos. La nueva infraestructura es única, vital, estratégica e indivisible.

Comienza 2020 separando empresas de telecomunicaciones, desmantelando infraestructura, devolviendo espectro, sin competencia convergente y sin agenda digital.

México necesita un liderazgo emergente, un liderazgo digital. Artículo publicado en Reforma

Por Jorge Fernando Negrete P., presidente DPL 

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