Las empresas que no demuestran transparencia enfrentan sanciones económicas

La transición hacia el cumplimiento digital es una necesidad estratégica. La automatización de procesos regulatorios permite detectar riesgos antes de que se conviertan en sanciones.

El cumplimiento regulatorio ya no es solo un asunto administrativo, hoy es un riesgo financiero inmediato. En 2024, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) registró cerca de 800 multas por deficiencias en prevención de lavado de dinero, un incremento del 162%, respecto al año anterior.

El mensaje es: las empresas que no demuestran transparencia en sus procesos regulatorios enfrentan sanciones económicas, pérdida de licencias y cierre de operaciones.

Para Juan Pablo Vera, Co-founder y COO de Cora, los procesos se han vuelto exponencialmente más complejos para las compañías mexicanas. “La regulación cambia constantemente, los trámites son cada vez más burocráticos y esto es un obstáculo para el crecimiento y la supervivencia de los negocios”.

El entorno regulatorio en el país alcanza niveles que muchas organizaciones subestiman hasta que es demasiado tarde. Tan sólo de octubre a diciembre de 2024, Cofepris anunció más de 130 procedimientos de multa, lo que revela el rigor al que se enfrentan las empresas.

Cora ha gestionado más de 7,000 procesos regulatorios con un 0% de sanciones entre sus clientes. Desde su experiencia, mantener un cumplimiento óptimo depende de controlar tres amenazas: Multas millonarias, procesos manuales, y mantenerse al día con la regulación.

A esta complejidad se suma un cambio normativo que podría redefinir el modelo operativo de las empresas. “Se espera que para mayo de 2026, Cofepris implemente la obligatoriedad del formato electrónico CTD (Common Technical Document) para todos los registros sanitarios. Esta transición representa un desafío porque la mayoría de las compañías aún utilizan expedientes físicos. Pocas cuentan con la infraestructura tecnológica necesaria para adaptarse”, explica Juan Pablo Vera.

La transición hacia el cumplimiento digital es una necesidad estratégica. La automatización de procesos regulatorios permite detectar riesgos antes de que se conviertan en sanciones y reducir los tiempos de elaboración de expedientes de semanas a horas.

“Hoy, cumplir en tiempo y forma es un factor determinante que separa a las empresas capaces de competir, de quienes quedan fuera del mercado”, concluye Vera.

Fuente: Cora

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