Octubre es reconocido como el mes de la concientización sobre la ciberseguridad, impulsado por organizaciones como la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad de EE. UU. (CISA), este esfuerzo llama a los gobiernos, empresas y usuarios a fortalecer sus prácticas de seguridad, promover la educación digital y construir entornos más resilientes contra las amenazas cibernéticas.
En Chile, este llamado es especialmente relevante. Las organizaciones se enfrentan a un entorno cada vez más complejo, donde los ataques no solo buscan robar información, sino también interrumpir las operaciones, dañar la reputación y comprometer activos críticos. Según el reciente Informe de respuesta a incidentes globales 2025 de la Unidad 42 de Palo Alto Networks, el 70% de los ataques ahora abarcan tres o más superficies de ataque, incluidos puntos finales, redes, entornos en la nube y factores humanos.
Uno de los vectores más vulnerables sigue siendo el navegador web. El 44% de los incidentes analizados involucraron navegadores, utilizados como puerta de entrada para campañas de phishing, redireccionamientos maliciosos y descargas de malware. Esto demuestra que incluso las interacciones cotidianas pueden convertirse en puntos de riesgo si no se tienen los controles adecuados y la capacitación constante.
Además, la velocidad de los ataques ha alcanzado niveles alarmantes. En uno de cada cinco casos, los atacantes lograron filtrar datos en menos de una hora desde el momento del compromiso inicial. Esto subraya la urgencia de contar con sistemas automatizados de detección y respuesta, así como con equipos capacitados para actuar en cuestión de minutos.
El impacto económico también se ha intensificado; las demandas de extorsión aumentaron un 80% en 2024, con un promedio inicial de $1,25 millones por incidente. Estos ataques no solo paralizan las operaciones, sino que pueden afectar las relaciones con clientes y socios y posiblemente tener repercusiones legales negativas si los datos confidenciales se ven comprometidos.
«La ciberseguridad ya no es una función técnica aislada; es una prioridad estratégica que impacta directamente en la continuidad del negocio. Las empresas chilenas deben entender que proteger sus activos digitales es proteger su reputación, sus clientes y su futuro», señaló Mauricio Ramírez, Country Manager de Palo Alto Networks Chile.
En este contexto, las organizaciones deben tomar medidas concretas para fortalecer su postura de seguridad. Uno de los más efectivos es el enfoque Zero Trust, que elimina la confianza implícita en usuarios y dispositivos y requiere una verificación continua en cada interacción. Este modelo ayuda a limitar el movimiento lateral de los atacantes y reduce el impacto del acceso no autorizado.
Fuente: Palo Alto Networks








