2025 es un año clave para la inteligencia artificial

En los últimos tres años, la IA ha sido protagonista en los mercados bursátiles mundiales y las acciones relacionadas con la IA han sido responsables de gran parte de la rentabilidad agregada del mercado en el periodo.

Denny Fish, Portfolio Manager de Janus Henderson Investors, destaca que 2025 es un año clave para la inteligencia artificial, con una creciente demanda y monetización de sus aplicaciones en la economía.

En los últimos tres años, la IA ha sido protagonista en los mercados bursátiles mundiales. Las acciones relacionadas con la IA han sido responsables de gran parte de la rentabilidad agregada del mercado en el periodo. Pero pese a esta trayectoria, muchos intentan descifrar una paradoja en la historia de la IA: ¿cómo puede ser un tema de largo plazo si avanza tan rápido que los objetivos parecen cambiar cada pocos meses?

La conciliación entre esta visión y la implementación en tiempo real alcanza su punto álgido en la histórica cantidad de gasto de capital (CapEx) asignada para hacer realidad el futuro de la IA. El debate sobre la inversión de capital también estuvo detrás de la volatilidad de inicios de 2025, pues el mercado cuestionó la magnitud de la inversión, tras los resultados impresionantes que, según se afirma, logró DeepSeek en China con un bajo coste.

Aunque el episodio de DeepSeek acabó siendo falsa alarma, se produjo en un momento en el que algunos miembros de la comunidad inversora esperaban que el CapEx incremental disminuyera en la medida en que la IA pasaba de la fase de entrenamiento a la fase de inferencia o razonamiento. Sin embargo, esto no ha sido así.

En 2025 se ha replanteado la potencia informática necesaria para el razonamiento de la IA. La inferencia en tiempo real exige que los modelos, cada vez más complejos, reflexionen y generen datos reutilizables, lo que implica una inversión adicional de CapEx a gran escala. El año pasado, 100.000 unidades de procesamiento gráfico (GPU) se consideraban un gran cluster de datos, pero hoy se requiere un millón de GPU, y algunas estimaciones apuntan a que se duplicará en un futuro próximo.

En este sentido, el sector tecnológico ha asumido el doble papel de facilitador de la IA y de beneficiario temprano dentro de sus propias operaciones. Si bien los directores generales de todos los sectores han dado prioridad al desarrollo de una estrategia de IA, las empresas tecnológicas llevan ventaja debido a su mayor familiaridad con estas novedosas plataformas.

Muchas empresas tecnológicas están viendo las ganancias de productividad relacionadas con la IA reflejarse en sus márgenes. Creemos que el mercado sigue subestimando el grado en que el apalancamiento operativo inherente a la IA contribuirá al aumento de los márgenes.

Fuente: Janus Henderson

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