En los últimos años, América Latina experimentó una transformación demográfica notable. Según estudios recientes, la población de personas mayores de 60 años creció de manera significativa en toda la región.
Actualmente, en países como Argentina, Chile, Colombia y Perú, este grupo etario representa entre el 13% y el 16% de la población total, con una tendencia al alza. Para 2030, se espera que la población mayor de 60 años supere a la de menores de edad en varias de estas naciones, y para 2070, cerca del 40% de la población en muchos países latinoamericanos será mayor de 60 años.
Estos datos reflejan una de las mayores megatendencias sociales, generando la llamada Silver Economy, que presenta una transformación significativa en el entorno de negocios. Las empresas que comprendan este fenómeno tienen la oportunidad de sobresalir, atendiendo eficazmente a este creciente grupo de consumidores.
La Silver Economy en América Latina ya mueve miles de millones de dólares anualmente, compuesto por un segmento que, además de poseer ingresos superiores al promedio de otras edades, muestra un potencial de consumo destacado.
Por ejemplo, según la Asociación AARP, en mercados como el de Estados Unidos, el grupo de 50+ es responsable de más del 53% del consumo total y de alrededor de la mitad de los gastos globales en categorías clave como salud (60%), bienes y servicios diversos, vivienda y servicios públicos, alimentos y bebidas, y transporte.
A pesar de la relevancia de estos números, una investigación reciente en América Latina realizada por Tsunami Latam, mostró que más del 70% de los adultos mayores se sienten ignorados por las marcas. Esto revela un amplio campo de oportunidades para aquellas empresas que sepan crear conexiones más humanas e inclusivas con este público.
Al considerar los cambios fisiológicos que acompañan el envejecimiento, como dificultades visuales, auditivas y cognitivas, se hace evidente que la atención a este público demanda estrategias diferenciadas. La personalización y humanización del servicio son fundamentales. En lugar de adaptar procesos estandarizados, es esencial crear experiencias que respeten las limitaciones y valoren las preferencias de los mayores de 60 años. Un servicio humano y paciente, la simplificación de procesos y el diseño inclusivo de productos y servicios no son solo ventajas competitivas, sino necesidades.
En resumen, la atención al público de la Silver Economy es una oportunidad para crear relaciones más profundas y duraderas. Al reconocer sus necesidades y adaptar las estrategias de atención y productos, las empresas pueden ganar la lealtad y confianza de este importante segmento, construyendo una experiencia de consumo verdaderamente significativa.
Por Cristian Sepúlveda – Experto en Longevidad y Silver Economy – CEO Apex America Brasil