Las ciudades inteligentes utilizan variedad de recursos para convertirse en más eficientes y sostenibles y se destacan por su planificación urbana, gestión pública, proyección internacional, cohesión social y capital humano, entre otras características. Algunas de las más destacadas son Tokio, Londres, Nueva York y Zurich. Para poder llevar adelante una ciudad inteligentes, es necesario equilibrar los intereses sociales y económicos.
Bajo esta consigna se celebró en Buenos Aires el el 1er Foro sobre Inteligencia Artificial e Internet de las Cosas en Ciudades Inteligentes Sostenibles en América Latina.
En el encuentro se reunieron diversos organismos de gobierno y organismos privados cómo el Ministerio de Modernización de la República Argentina, en conjunto con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL), la Comisión Técnica Regional de Telecomunicaciones (COMTELCA) y la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET),
Lidia Brito, directora regional de la UNESCO, destacó el rol de la tecnología y dijo que: “La tecnología en la construcción de sociedades inteligentes y destacó algunos pilares fundamentales como la protección de los derechos individuales y colectivos, la apertura y la accesibilidad a internet y el trabajo articulado entre varios actores sociales”.
Sabrina Díaz Rato, presidenta de la Fundación PuntoGov destacó que “Entre aquellos que tienen el poder del Estado, los que toman las decisiones y los grandes rumbos de la economía y de la política y tener más apertura mental hacia otros sectores como pueden ser los innovadores, los emprendedores, los científicos, los tecnólogos o los educadores”.
Y agregó: “Una ciudad inteligente es aquella que logra articular lo económico, lo social, lo político y lo tecnológico en función de que sus ciudadanos vivan mejor. En este aspecto la región está muy rezagada pero cuenta con la ventaja de que tener buenos índices de penetración, de uso y de consumo de tecnología”.
Bernardo Calzadilla, director del Departamento de Innovación de la ONUDI destacó que «Lo más complejo es volver al concepto de sustentabilidad. Las políticas públicas tienen que lograr una sustentabilidad basada en el apoyo a la gente, al planeta, y para la prosperidad de todos».
Por su parte, Héctor Huici, secretario de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, agregó que «los procesos exitosos en materia de adopción masiva de las nuevas tecnologías resultan de una adecuada simbiosis entre la innovación tecnológica, adecuadas políticas públicas, y un modelo de negocios que haga sustentable estos nuevos desarrollos» para así «mejorar la calidad de vida de la gente».
