La consultora Cantarino Brasileiro, realizó una encuesta para entender mejor el perfil de quien utiliza bancos digitales. La mitad de los entrevistados usaban exclusivamente bancos tradicionales y el 50% restante usaban bancos digitales. Si la persona hiciera uso de ambos, ella era clasificada en la categoría de “usuario de banco digital”.
Según el estudio, es posible diferenciar el impacto de los bancos digitales en las personas, de acuerdo con su grupo de edad. El 59% de los usuarios de bancos digitales tienen hasta 29 años, mientras que estos son sólo el 35% de los usuarios de bancos tradicionales. Esto confirma que la migración a los servicios digitales es más evidente cuanto más joven es el usuario.
João Pedro Brasileiro, director de la consultoría sostuvo que “El equilibrio muestra que hay posibilidad de una transición, pero por ahora sus preferencias están divididas. En cuanto a la región, el Sudeste se destaca entre los usuarios de digital y tradicional. En este y en las demás regiones, la diferencia entre un tipo y otro de servicios financieros sigue el mismo patrón: una división casi a la mitad. Ninguno de los tipos se destacó en relación al otro por las regiones de Brasil”.
Por hacer que los servicios sean más simples y accesibles, muchos prevén que los bancos digitales dominarán, y quizás incluso sustituirán los servicios presenciales. Sin embargo, este escenario está más lejos de lo que parece. Incluso sabiendo que el comportamiento de la nueva generación requiere un cambio de las instituciones, todavía hay algunos pasos a ser dados antes de que ellos puedan sustituir por completo la atención presencial.
Cuando la pregunta se refiere como el usuario ha conocido el banco digital, hay tres puntos que también deben ser entendidos: puntos negativos, elementos fundamentales y motivos para churn. Tanto para los usuarios de los bancos digitales y para aquellos que no adopta la tecnología todavía, el principal elemento considerado negativo en relación a los bancos digitales es la seguridad (25%). En segundo lugar quedó la falta de una agencia física (26%).
A pesar de que la seguridad es la cuestión más importante para ambos públicos, el 37% de los usuarios de bancos tradicionales la apunta como “defecto” en el modelo digital. Este sentimiento de desconfianza es una barrera que los bancos digitales necesitan atravesar para conquistar a esos usuarios.
La calidad del servicio y la facilidad de navegar son importantes y ciertamente considerados a la hora de recomendar el servicio, pero la seguridad de los datos es un factor determinante. Alrededor del 70% de los encuestados afirmó que dejarían de usar un banco digital si no se sintieran seguros.