La introducción de tecnologías innovadoras suele dar forma a las estructuras sociales y económicas, presentando oportunidades trascendentales y retos cruciales. El principal ejemplo de cambio es Internet.
Las primeras versiones (internet de datos) servían únicamente para intercambiar información; luego surgió la interacción social, entretenimiento y el comercio (internet de las personas) y más adelante, la interconexión directa de objetos físicos, creando mundos conectados (internet de las cosas).
La interacción actual de Internet, la Web 3, evoluciona a sus predecesoras hacia una interacción intuitiva con la tecnología. Re – imagina la conexión entre el mundo virtual y el físico, la propiedad de la identidad y los activos, mejorando la forma en que los seres humanos conducen su vida privada, pública y profesional.
Se espera que la Web 3 y el metaverso creen la próxima ola de cambios tecnológica y, por ende, económica y social.
En este contexto, están surgiendo cuatro nuevos modelos de negocio. El primero es el de bienes y experiencias; el segundo será de pagos y comercio; el tercero es el del comercio inmersivo y el cuarto modelo de negocios será el marketing metaverso.
Más allá del consumo pasivo de anuncios, los consumidores vivirán experiencias específicas que se ajusten a sus necesidades a través de diversos canales. Con una economía de data en expansión, el metaverso ofrecerá nuevos tipos de datos sobre el consumidor con una profundidad sin precedentes.
Juan Pablo Chemes, director de Innovación de Accenture, concluyó que “aunque es probable que el metaverso despliegue todo su potencial en la próxima década, su fase actual ofrece grandes oportunidades a individuos y organizaciones para posicionarse en esta economía emergente. Para avanzar es esencial que los sectores público y privado creen una comprensión profunda del metaverso”.
Fuente: Accenture